Revista Comunicación

Lo que todo empresario puede aprender de los niños

Publicado el 22 junio 2012 por Davidchavezs

Por: Joel

Cuando usted está pensando acerca de lo que se necesita para ser un empresario, no debe pasar por alto el conocimiento de los hijos para los negocios, uno siempre se esfuerza conscientemente por subir la escalera del éxito, sin embargo, el viaje de niño a adolescente deja un rastro de datos probados de un gran desarrollo.

1 – Negociaciones


Lo que todo empresario puede aprender de los niños
Los niños de todas las edades son maestros en el arte de negociar. Los niños aprenden muy pronto que todo lo que tiene valor subjetivo y podría ser considerado digno para el comercio, en determinadas circunstancias.

Hacer un balance de su inventario para su negociación propia.

2 – Compromiso

Lo que todo empresario puede aprender de los niños

Llegar a hacer grandes acuerdos nos da como resultados más recompensas, que obstinarse o revolcarse en desacuerdos estancados.

3 – Resistencia

Lo que todo empresario puede aprender de los niños
Los niños rara vez aceptan “un no” por respuesta. Cuando chocan contra una pared, caminan alrededor de él, pasan por encima o crean un túnel para hacerlo. No dejan de seguir hasta que se hayan agotado todos los medios posibles para lograr sus objetivos, son impulsados por la pasión, la determinación, el ingenio y el optimismo, usted necesita todo aquello para ser un empresario.

4 – Recursos

Lo que todo empresario puede aprender de los niños
Es importante saber quién tiene lo mejor, más barato, el mejor tiempo de entrega, etc. Los Niños miran a través de depósitos de chatarra, ventas en garaje, anuncios y bajo las rocas, eso es todo, aparte de mantener una lista que han adquirido a través de la vida, de los que ofrecen el mejor, fuegos artificiales, ayuda con las tareas y las reparaciones de bicicletas

5 – Financiación

Lo que todo empresario puede aprender de los niños
Cuando se necesita más dinero, es importante ser capaz de girar a la fuente de la financiación a más de uno. Los niños ya saben esto, cuando uno de los padres esta con los bolsillos vacíos, sin vergüenza le dan un golpe al otro padre, tíos y amigos benévolos, con generosas exenciones podrían estar dispuestos a ofrecer un alivio financiero temporal.

6 –El mundo real y las redes sociales

Lo que todo empresario puede aprender de los niños
Es posible que usted nunca pueda tener suficientes contactos, la mayoría de los niños se unen a grupos de actividad para estar con otros niños, a medida que el círculo social se amplía a través de conversaciones, hay un aumento en las invitaciones, donde son realizadas en el mundo real, juegos, equipos, audiciones, etc.


A medida que envejecemos nos danos menos tiempo para estar en los grupos sociales, como deportes, espectáculos y salidas de semana. Podría haber una gran cantidad de información nueva que estamos perdiendo, si sólo tomaramos más tiempo para las redes sociales y el mundo real.

7 – promocionarse

Lo que todo empresario puede aprender de los niños
Está bien hablar de sus talentos, metas y logros con orgullo. El poder de la publicidad de boca puede comenzar con usted, hay una diferencia entre la jactancia y exudando confianza suprema, sólo asegúrese de que usted pueda cumplir con sus demandas, a medida que muestra a otros lo que usted puede hacer, lo sabrán todo.


Los que están necesitando su talento van a encontrarlo.

Como se puede ver en los consejos anteriores, a veces vale la pena mirar hacia atrás, así para mirar hacia adelante. ¿Recuerdas cuando eras un niño eras imparable!, ahora los riesgos son mayores, el reto es más grande y las potenciales recompensas hace que todo valga la pena. Al igual que todos los niños, que practicaban y perfeccionaban sus habilidades de negocios, en aquel entonces, era parte de ser un niño. Ahora todo es parte de cómo ser un emprendedor en el mundo de los adultos.

Estoy seguro que puedes añadir algo mas que estas 7 ideas.


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Por  Araceli Alvarado
publicado el 22 enero a las 16:16

me gusto mucho tu publicación. gracias. Los niños suelen ser grandes maestros y en su inocencia darnos profundas lecciones a los adultos.