– Debo admitir que he visto muchos sacrificios a lo largo de mi vida, gente dándolo todo por los demás… Pero el tuyo es enorme. Eres una persona muy especial…
Negué con la cabeza.
– No soy especial, y tampoco estoy de acuerdo con lo del sacrificio. Todos hacemos lo que nos gusta, aunque no entendamos por qué nos gusta. Sencillamente, es lo único que podemos hacer.
Leído en El cebo de José Carlos Somoza
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