Revista Cómics

Locura en la jungla. Far Cry 3

Por Mugen

La tercera entrega de Far Cry es un fantástico compendio de ideas geniales. Muchas de ellas no son originales pero están muy bien implementadas para ofrecer un entorno vivo, misiones divertidas, personajes más que interesantes y, en resumen, una fantástica aventura

Locura en la jungla. Far Cry 3

Pero qué guay eres, macho. Personaje para recordar

De vacaciones a una isla. Tú y un puñado de amigos más además de tus dos hermanos. Lo que todo debería haber ido bien se tuerce (para tirarle bien fuerte de las orejas a quien organizo el viaje, piensa uno al comienzo de la aventura), os secuestra un tarado pero tú logras escapar. Te topas con un chamán moderno, te pinta unos tatuajes en el brazo y a golpe de “Ale chaval, vete sólo por la jungla y ya que estás cárgate a un ejército de mercenarios locos”, empieza la aventura, “que los tatuajes son mágicos y con ellos vas a levelear cosa fina”, pues venga, cosas más raras he visto.

Todo muy raro, como si las cosas no encajaran, tanto que tarda un rato en tener sentido. Poco a poco el prota va comprendiendo lo que le pasa y tú también. Jason Brody crece y tú le vas encajando las piezas a las cosas y quieres saber más, y más y… ¡Ya estás viciado!

Lo bueno de Far Cry 3 es que tiene muy bien acotadas sus competencias, quiere presentarte cuatro cosas y trabajar sobre ellas. Y acierta con ello. El juego quiere que la trama sea sobre ti y un mundo loco; lo hace bastante bien (no de un modo tan TAN demente como parecía por la publi pero nos basta), quiere que la acción ruede en torno al sigilo, que mates mucho, pero que el ponerte en modo snake sea satisfactorio y más molón que vegeta pateándole el culo a Cell en segunda transformación, además de que sea el pegamento perfecto entre la jungla, tú y la acción. También lo consigue. Plantea un entorno abierto, mucho más cercano a Red Dead Redemption que a Fallout 3, donde matar animales, matar enemigos y realizar las misiones que el título propone. No se complica en profundizar en aldeas o tareas laboriosas. No, Far Cry 3 quiere que mates, que juegues con el sigilo y que avances en la trama. El exterior explica tu interior, y no al revés.

 

Locura en la jungla. Far Cry 3

Tu cuchillo, las fieras y la jungla. Tres magníficas constantes

Melodías, diseño artístico y personajes se dan la mano para producir momentos sobrecogedores y guiarte en una aventura que no necesita preguntarte “¿Quieres hacer esto o esto otro?” porque es capaz de que tus pensamientos casen con los del prota. Cuando Jason Brody dice “vamos a matar a ese cabrón”, tú quieres matar a ese cabrón, y lo odias. Llega un momento en que tú eres Jason y Jason eres tú. Far Cry 3 lo consigue porque todo está muy bien hilado. La dirección artística es cojonuda pese a algunos fallos de texturas y sincronización labial. El tipo de acción que se nos ofrece casa con la jungla, la jungla casa con el argumento, éste con los protagonistas y todo con el tono de la obra. Sin saber cómo, consigue ser una de las experiencias más viciantes de todo lo que va de año, no quieres dejar de jugar, necesitas seguir en la jungla, porque estás inmerso en ella. Quieres disfrutar un poco más de las secundarias porque no se sienten como tal. Tu cuerpo te pide aprender más sobre la trama y conocer más profundamente al gran Vaas. un malo muy malo que realmente calará en ti (y su hermana está to güena)

Como toda aventura de entorno abierto, Far Cry 3 trabaja a varias capas. Es como una cebolla. El corazón es la trama, la inmediatamente después son las secundarias que consisten en infiltrarse y matar.  Estas dos son la chicha del juego y buenísimas,  de nuevo: selva+mente, por ello tanta importancia al componente de la infiltración: piensa como la selva, mézclate en ella y acaba con tu víctima. A medida que avanzamos en la principal y nosotros mismos cambiamos, cambian también las reacciones de los fortines enemigos en los que tenemos que infiltrarnos. No hay un sistema de reputación ni de karma; porque a Far Cry 3 no le hace falta pero sí sientes en las conversaciones que estás cambiando la selva; y que la selva te está cambiando a ti. Poco a poco, elegantemente. Las secundarias nos ofrecen colarnos en bases enemigas y matar a todos sin ser vistos. Geniales. Otras nos piden acabar con jefes de destacamento rebanándole el cuello con nuestro cuchillo. Molón.

Locura en la jungla. Far Cry 3

A los mandos, el título es ágil y se hace querer

Si seguimos pelando la cebolla, llegamos al borde entre su carne y la corteza. Así nos llegan misiones de caza. Porque la selva tiene bichos que te atacan cuando menos te lo esperas. Sí, amiguitos, estás tu tan tranquilamente con tu rifle de francotirador, a punto de volarle la cabeza a un artillero pesado (hacerlo da muchos punticos de experiencia) y se te abalanza un tigre, cambias a la escopeta, matas al tigre ¡pero claro, el ruido alerta a los guardas! Salen corriendo a por ti, llaman a los refuerzos y la misión sigilosa acaba siendo una escabechina en la selva. Cuando asesinas a todos, vuelves al tigre, lo despellejas  y te construyes una bolsa para las armas con su piel, mezclas tres hierbas y te curas. Estas misiones secundarias basadas en la caza resultan interesantes, porque consisten en matar a animales “legendarios” con una pequeña historia y que te sumergen más y más en la jungla.

Estas tres misiones nos gustan, nos encantan. Con ellas, subimos experiencia con lo que conseguimos nuevas habilidades para muchimatar; algunas tan cafres que nos permiten acabar a un tipo por la espalda, sacarle el puñal y lanzárselo a su compi sin que una sola alarma suene; momentos muy intensos de jugar gracias a la ya mencionada gran dirección. Nos enamoran porque cuando somos uno con Jason Brody nos apetece ayudar a los lugareños, porque Far Cry 3 recompensa mucho la dedicación y porque son, las tres, jodidamente divertidas.

Pero este título no es perfecto y tiene las malditas misiones, sí, las de la corteza, las que descartamos cuando pelamos la cebolla que están ahí y que no están trabajadas. Oye, mi hija  está tonta  y se ha ido con un tonto, mata al tonto. Otras de coger un quad y llevar unos productos médicos de un lado a otro y unas carreras que ni probé. En estos momentos la inmersión se desdibuja y se pierde la intensidad, sobre todo si las comparamos con las secundarias guays, las que se sienten como principales. Pero pensemos en ellas como cosas para hacer cuando esté todo hecho, así como buscar reliquias, cartas, poker… Contenido hay para aburrir. Pero es flojo comparado con el producto principal.

Locura en la jungla. Far Cry 3

Desde Nathan Drake, el diseño de “jungleros” se ha estereotipado un poco

A los mandos, el título funciona como un Call of Duty al que se le ha integrado un sencillo pero efectivo sistema de infiltración y algo de roleo para subir habilidades.  Sobre las armas. Puntos positivos: muchas y se pueden personalizar; negativos: dame un rifle francotirador con silenciador, una escopeta con mira reflex y el rocketlauncher y lo demás me da igual. Muy bien que las armas se le quiten a los enemigos, muy bien que la munición escasee, que no haya regeneración de vida, que tengamos que emplear o hierbas del bosque o técnicas de cura de supervivencia. Muy bien, también, que te obliguen a cazar para poder llevar más armas y objetos, muy, muy bien (todo está muy pensado, de forma sencilla pero pensado). Perfecto la introducción del sigilo, que la jungla te ayude a esconderte y que no sea un añadido sin más. El sigilo lo es todo, está presente en cada esquina. Mal que los soldados sean tontos, que siempre sigan el sonido de una piedra aunque les lleve a una pared… pero qué coño, que no son ingenieros y el malo contrata a cualquier tonto que sepa apretar un gatillo.

Es difícil resumir en pocas palabras lo que es Far Cry 3. Yo lo catalogaría como una experiencia muy intensa, sorprendente, muy acertada en lo jugable y en el empaque de los distintos aspectos del producto. Sus únicos enemigos son los altibajos en intensidad que pega la trama. Momentos brutales y personajes épicos a veces se topan con otros más arquetípicos y poco originales que te quitan un poco de lo loco que es el sueño selvático de Ubisoft. También que no se haya acabado de arriesgar del todo con el tema de la demencia.  Por todo ello, Far Cry 3 no es perfecto y yo le quitaría cosas (misiones chorras sobre todo), pero es una de las cosas más divertidas, viciantes y mejor construidas de este año. Coger el mando con este título en la consola es querer acabártelo ya. Y cuando os aburráis aún os queda el multijugador y el cooperativo. No hay tanta demencia como se prometía, pero os aseguro que Jason Brody te volverá loco.

::VALORACIÓN FINAL::

Locura en la jungla. Far Cry 3

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