Revista Opinión

Los 10 mandamientos del anarcoprimitivismo (III)

Publicado el 15 agosto 2014 por Hugo
o por qué el Estado de Israel no es el único problema
Favorecerás el matriarcado
Tantas haré tus fatigas 
cuantos sean tus embarazos: 
con dolor parirás los hijos. 
Hacia tu marido irá tu apetencia, 
y él te dominará

Génesis, primer libro de la Toráy del Antiguo Testamento.


A aquellas de las que temáis una conducta rebelde y obstinada, amonestadlas (primero), y (si no surte efecto) abandonadlas en el lecho y (en última instancia) golpeadlas. Pero si os obedecen, no hagáis nada contra ellas. Dios es Excelso, Grande.
Sura 4:34, Corán
Los 10 mandamientos del anarcoprimitivismo (III)¿De dónde venimos? ¿Quiénes somos? ¿Adónde vamos? (1897), Paul Gauguin
Según el antropólogo Conrad Phillip Kottak, “el matriarcado existe, mas no como reflejo invertido del patriarcado. El poder superior que usualmente ejercen los hombres en un patriarcado no se equipara con el poder acentuado de las mujeres en un matriarcado”. Cuando las mujeres “desempeñan un papel central en las vidas social, económica y ceremonial”, los hombres no pasan sin embargo a un segundo plano, como sí ocurre en el patriarcado. Moraleja: los hombres, en este caso judíos y árabes, se tienen que «atar en corto» a sí mismos, sin caer en la misandria pero reconociendo que, en igualdad de condiciones, estos tienden con más facilidad al uso de la violencia que las mujeres. Entre otras razones porque a) los machos, en un momento dado, superaron en tamaño y en fuerza a las hembras (es el caso de casi todos los mamíferos), b) los hombres tienen “centros cerebrales más desarrollados para la acción y la agresividad” (Brizendine, 2007), c) las mujeres, a diferencia de los hombres, “suelen interesarse más por la gente que por los aparatos” (Mosterín, 2006) y d) sobre todo porque vivimos en una cultura especialmente depredadora y tecnocrática donde casi todo gira en torno a los aparatos y a la competición, por lo que no es de extrañar que todos esos factores, más otros que seguramente habría que añadir, tiendan a reforzar el actual aunque ya milenario sistema de dominación patriarcal. 
En las sociedades forrajeras, la estratificación de género era más marcada cuando los hombres contribuían mucho más a la dieta que las mujeres. Esto fue cierto entre los inuit y otros cazadores y pescadores del norte. En los forrajeros tropicales y semitropicales, en contraste, la recolección usualmente proporciona más alimento que la caza y la pesca. La recolección por lo general es trabajo de mujeres. (…) Entre los horticultores con ascendencia matrilineal y matrilocalidad, el estatus femenino tiende a ser alto. La matrilinealidad y la matrilocalidad dispersan a los hombres relacionados, en lugar de consolidarlos. En contraste, patrilinealidad y patrilocalidad mantienen unidos a los parientes masculinos, una ventaja en la guerra. Los sistemas matrilineales-matrifocales tienden a ocurrir en sociedades donde la presión demográfica sobre recursos estratégicos es mínima y la guerra poco frecuente.

Conrad Phillip Kottak, 2011.

Los 10 mandamientos del anarcoprimitivismo (III) Comandantes del ejercito israelí junto a Benjamín Netanyahu

Los 10 mandamientos del anarcoprimitivismo (III)Líderes de Hamás y Hezbolá en el centro
Según Ignacio González, en España “en torno al 92% de las personas presas son hombres”. Así mismo, un 88% de los militares españoles también son hombres. Ambos porcentajes no son una simple coincidencia. Sin embargo, casi el 50% de los militares israelíes son mujeres, en parte porque dicho país tiene servicio militar obligatorio. Pero como dicen María Milagros Rivera y compañía, no hay que dar “por supuesto que una mujer es libre cuando hace lo que hacen los hombres de su tiempo”. Un ejército mixto no es sinónimo de igualdad de género. El ejército, la política, el terrorismo y el militarismo son patriarcales per se
Desde la violencia masculina en su estado más puro aparecería la política, pues desde la brutalidad que entrañaba la invasión los guerreros se invistieron del báculo de la autoridad y acapararon los resortes del poder. Con ellos, ejercían y dispensaban justicia entre los miembros de la comunidad conquistada.
María Teresa González Cortés, 2000. 
Las culturas del desierto, con su militarización, estratificación, maltrato de las mujeres, rigidez sobre cómo criar a los niños y la sexualidad, no me parecen nada atractivas. Sin embargo, nuestro planeta está dominado por los descendientes culturales de los moradores del desierto.
Robert Sapolsky, 2007.

Referencias bibliográficas (libros):
  • Brizendine, Louann. 2007. El cerebro femenino, RBA Libros, Barcelona, pág. 27. 
  • González Cortés, María Teresa. 2000. Eleusis, los secretos de Occidente: historia agraria y bélica de la sexualidad, Ediciones Clásicas, Madrid.
  • Kottak, Conrad Phillip. 2011. Antropología cultural, 14 edición, McGraw-Hill, págs. 245-261.
  • Mosterín, Jesús. 2006. La naturaleza humana, Espasa Calpe, Madrid, págs. 276.
  • Sapolsky, Robert M. 2007. El mono enamorado y otros ensayos sobre nuestra vida animal, Ediciones Paidós, Barcelona, págs. 155-156.
  • Rivera Garretas, María-Milagros (coord.) y otras. 2006. Las relaciones en la historia de la Europa medieval, Tirant lo Blanch, Valencia.

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