Revista Cine

Los 50 mejores trailers de la historia

Publicado el 07 septiembre 2010 por Ochoymedio

Así como me gusta más decir 'lámina' que 'cromo' o 'mona' para referirme a las imágenes con las que se llena un álbum, prefiero hablar de los “cortos” (aunque no sean cortos, aunque sea incorrecta la expresión… cuestión de costumbres) para hablar de los trailers, esas piezas antojadoras creadas para que nos den muchas ganas de ver una película que coming soon. ¿Qué hacemos? Yo oigo trailer y pienso en un camión, en una de esas tractomulas que a paso de tortuga siempre están en nuestro carril y no en el otro, cuando vamos por carretera.

Sabemos que cualquier película se puede ver atractiva con un gran corto (o trailer, como ustedes prefieran) pero eso sí, si una película es mala en su corto, nos jodimos. Nada que hacer. Nadie, ni el mejor protagonista, la podrá salvar. Porque se supone que en el trailer con una gran música (que a veces ni aparece en la película), una voz como de Dios que comienza diciendo: 'Un hombre…' o 'En un mundo…' y una edición endemoniada, está toda la 'carne' de la película. ¿O no?

Un camión lleno de trailers

A mí me fascinan los cortos. No me los pierdo y me enojo si llego tarde a la sala y ya están en pantalla en los comerciales sobre los productos de la cafetería. Por eso me dio curiosidad cuando vi que IFC (Independent Film Channel) había escogido los 50 mejores cortos de la historia (que generalmente son del cine gringo, los estadounidenses creen que el cine mundial es SU CINE) y me sorprendí. No como pudieran creer ustedes, sólo con los últimos trailers, con los más modernos y sorprendentes, de montaje más vertiginoso. Algunas de las mejores sorpresas fueron con cortos de hace 50 años. Por ejemplo, los que se hacían sin utilizar escenas de la película, que se filmaban específicamente como piezas independientes. Es mejor si lo ven: en el tráiler de Anatomía de un asesinato de 1959, el mismo Otto Preminger le decía a las personas que eran ellas las que debían juzgar si el acusado era culpable, que iban a ser ellos los miembros del jurado (¡y hoy los publicistas hablan de involucrarnos con las tramas!). 13 años antes, en el corto de The big sleep, Humphrey Bogart, que era el protagonista, llegaba a una librería a preguntarle a la encargada (Lauren Bacall, por supuesto) por un libro que fuera tan bueno como 'El halcón maltés'. A ella, sólo se le ocurría una alternativa… 'The big sleep'.

Hay otros que son originales y graciosos, como el corto de The bishop’s wife en el que los actores, con sus nombres originales (Cary Grant entre ellos), caminan por los estudios porque acaban de terminar la filmación y recuerdan de repente que no hicieron el trailer. Sin embargo, en la explicación que le hacen al guardia de seguridad que no los deja pasar (los porteros han sido igualitos siempre) hacen la mejor exposición de las fortalezas de la película.

Un camión lleno de trailers

También hay grandes frases, como aquella de que si llega 5 minutos después de que empiece la película no va a entender nada, que utilizan en el corto de The manchurian candidate o la sentencia final en el trailer de Alien, una pieza que comienza como un video aficionado (los efectos eran todavía precarios en 1979) y termina aterrando y siendo inolvidable (es el número 1 de la lista)

Están las curiosidades, como la del director de Maximum overdrive, enloqueciendo mientras explica la trama de su cinta. Por supuesto que tiene lógica si pensamos que el personaje en cuestión en el corto es Stephen King. Aunque como personaje es impagable ver al productor William Castle diciendo que en su última película (la teoría del autor no funcionaba en Hollywood en 1961) el público podía seleccionar el final del protagonista. Véanlo en el corto de Mr Sardonicus para que se den cuenta que la interactividad no se la inventaron los directores de El proyecto de la bruja de Blair.

Un camión lleno de trailers

Como ven, los que más me gustaron entran en la categoría de teaser trailer, el nombre con el que se nombra esos cortos que aunque tienen que ver con la película, a veces ni utilizan imágenes de ella. No se pierdan el trailer de Strange days, esa fantástica película de la reciente ganadora del Oscar, Kathryn Bigelow, que como un comercial, nos trata de vender el aparato fundamental para la trama de la cinta (que es lo mejor y lo más impredecible que ha escrito su esposo, James Cameron). O el campeón, que paradójicamente es el que pertenece a una película regular, el corto de Comedian, la película de Jerry Seinfeld, que se burla de todas esas frases grandilocuentes a las que ya estamos acostumbrados. Una joya.

Hay varios que yo no incluiría en la lista. Por ejemplo, el de Pulp fiction, que es infinitamente inferior a la película. O el de Independence day, que es tan malo como la cinta que quiere publicitar. Y otros que me parecen envidiables, que me hubiera gustado pensar, editar o escribir, como el corto de The night of the iguana (mucho más erótico y atrevido en 1964 que un montón de trailers del siglo XXI) o el corto de Miracle in the 34th street que era una pequeña venganza contra los productores que creían saber demasiado.

Un camión lleno de trailers

¿Qué no hay películas recientes? Sí, sí las hay. Está el trailer de Where the wild things are que es el complemento perfecto de esa canción hermosísima de Arcade Fire que usan, o el corto de Garden State que no podría ser más poético ni aunque quisiera. Están el trailer de Little children que juega con el sonido de un tren y hace que sintamos lo que significa estrellarse contra el mundo; la maestría de Stanley Kubrick en el corto de The shining, probando que no importa lo que se muestra, sino CÓMO se muestra o la entrada de Pierce Brosnan en el corto de GoldenEye que nos pregunta ¿A quién más esperaban?

Yo no sé qué piensan ustedes, pero estos son grandes cortos. ¿A ustedes cuáles se les ocurren? ¿Será que le faltaron varios en la lista a IFC? Sólo con ver los que les mencioné hubiera corrido a comprar las boletas para todas las películas que anuncian. Y habría tenido una disposición muy positiva cuando me enfrentara con ellas. Lo que demuestra que a veces menospreciamos el poder de un trailer, pues si aceptamos la diferencia entre el largometraje y el cortometraje, (abusando de Cortázar) el trailer vendría siendo un asesinato con veneno, un infarto al miocardio, una puñalada en el corazón. Una muerte rápida que deja al cadáver con una sonrisa. O tal vez, por qué no, el choque mortal con un camión.

Un camión lleno de trailers originalmente publicado en www.ochoymedio.info/blog en Sep 7, 2010.


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