Revista Salud y Bienestar

Los 7 pecados capitales de la gestión sanitaria

Por Saludconcosas @manyez
Los 7 pecados capitales de la gestión sanitaria
La gestión sanitaria tiene sus propias reglas, sus propios entornos endogámicos y sus relaciones de poder. Casi igual que cualquier grupo profesional en este país, pero al ser un grupo pequeño, todo es más evidente. Filias, fobias, amistades, grupos de presión, zonas de confort, peloteos... todo está presente, y como dijimos en una entrada de hace meses, "el que se mueve no sale en la foto".

Estos días hemos podido reflexionar sobre este submundo de la gestión y hemos podido aislar siete pecados capitales, siete formas de actuar que siguen estando mal vistas, que sirven para poner a alguien en cuarentena. Y al final, a los pecadores se les acaba tildando de raros y de sospechosos.Habrá muchos más pecados, pero estos son los primeros que nos vienen a la cabeza.1. Tuitear. Es uno de los pecados más graves, y no por el mero hecho de tuitear, sino por todo lo que implica: crear redes, compartir ideas, encontrar puntos de apoyo para mejorar, servir de plataforma para hackear el sistema, etc. Twitter ayuda a romper la endogamía, es un altavoz muy potente, y sirve para encontrar canales de comunicación alternativos. Y eso en los círculos cerrados no gusta nada, y acabarán acusándote de tener "perfil 2.0" jeje. 

2. Tener opinión crítica. La gestión sanitaria habita en organizaciones muy jerarquicas y eso suele implicar que se cumplan las ordenes e instrucciones que vienen de arriba. Sin embargo, el buen directivo sanitario debe ser capaz de: por una parte, tener una opinión crítica sobre esas órdenes; por otra parte, permitir que cualquier persona pueda aportar, criticar, cambiar o tener opiniones diferentes sobre esas órdenes. La participación debe ir de la mano de la jerarquía, y si no ocurre así, pasaremos de un liderazgo basado en las personas a otro basado en el pastoreo.

3. Puerta abierta y mente abierta. En una organización, todos tienen algo que aportar. No vayas con opiniones preconcebidas y acude a las reuniones en modo esponja, sin pensar que tus ideas son las únicas válidas. La humildad es esencial para tomar las mejores decisiones. Y por supuesto, la puerta siempre abierta: accesibilidad, cercanía y escucha activa con todos, desde el paciente al médico, desde el celador a la enfermera. Todos cuentan, todos valen.

4. No salir en la foto. Gran pecado... Tienes que estar en las fotos, en los grupos de siempre, hacer lo que hacen todos, nada de crear corrientes alternativas, nada de salirte de la línea trazada. Volverán las etiquetas de "raro" y "sospechoso"...

5. Las personas son tan importantes como los resultados. El mundo sanitario descubrió hace poco los indicadores y los ratios, así como la dirección por objetivos. Pero en una época como la actual, debemos ser capaces de entender que para conseguir unos buenos resultados numéricos, es necesario conseguir previamente buenos resultados en motivación, emociones, etc. Quizás haya que dejar en la estantería los libros de cuadro de mando integral y recuperar "Liderar con corazón" para saber que las personas son lo más importante, o alguno de Eric Topol para entender el papel de las TIC. O incluso recuperar alguno sobre la importancia de los determinantes de salud, que hay mucho mundo más allá del TAC y la cirugía avanzada.

6. No ser un pelota. El peloteo implica un sesgo brutal: olvidar la evidencia y buscar el beneficio rápido. Muchas decisiones se acatan precisamente en base a peloteo, y no se critican, ni revisanUn pecado muy similar al número 4. Poco que añadir.

7. No llevar corbata. De nuevo no hay que entenderlo como algo textual (que cada uno vista como quiera), ya que nos referimos a la necesidad de evitar las jerarquías y las distancias innecesarias, a la importancia de no encerrarse en el despacho. La gran riqueza de las redes sociales (online y offline) es la posibilidad de aprender de cualquier persona, y cualquier artificio que marque la distancia, nos va a privar de ese conocimiento.

Hay muchos pecados en el mundo de la gestión sanitaria, y sólo hemos hablado de siete. Si caes en la tentación de actuar así, bienvenido al club. Nosotros somos pecadores... ¡de la pradera!

PD Muchas gracias a todos, de verdad. 
Los 7 pecados capitales de la gestión sanitaria

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