‘Los abrazos rotos’. Amor apasionado vs amor interesado

Llegó de nuevo el gran Pedro Almodóvar con su última historia trayendo consigo a sus colaboradores de siempre y alguna que otra cara nueva. Chus Lampreave, Rossi de Palma y Ángela Molina envejeciendo hermosamente, haciendo papeles pequeños. La gran Pe (Penélope Cruz) cumpliendo a cabalidad en su papel de una mujer atrapada en su condición económica apremiante. Lola Dueñas y Blanca Portillo arrastradas de ‘Volver’ hacen lo suyo. La primera en un eficiente rol de lipsing profesional y la segunda, llevando la carga emocional de un personaje responsable del pasado y el presente del protagonista: Harry Caine, una de las personalidades de un director de cine ciego interpretado por el atractivo actor maduro Lluis Homar enfrentado al malo de la película: un empresario inescrupuloso (José Luís Gómez a quien vimos como el padre de Natalie Portman en ‘Los fantasmas de Goya’ de Milos Forman). Cerrando el círculo los más nuevos: Rubén Ochandiano y Tamar Novas.
La historia de amor y odio con consecuencias irreparables que se cuenta con la serenidad que caracteriza la etapa más reciente del director manchego, es efectiva y conmovedora pero carece de pasión. Hay algo ascéptico que debilita de principio a fin el resultado que en manos de Almodovar es por arriba y sin lugar a dudas destacable. Y mucho de lo positivo se debe a un trabajo técnico impecable: los encuadres, el uso del color y la composición escénica están plagados de significados, de subtextos que los espectadores recibimos consciente e inconscientemente.
La diatriba del creador enfrentado a los intereses del socio capitalista (léase productor) en la industria del cine, el oficio del cineasta y sus vicisitudes se presenta como un pincelazo que adorna la historia de amor central, y quizás sea la manera lineal con algunos flashbacks pero con pocas sorpresas lo que socava el equilibrio final en la que se destacan las hermosas locaciones de la isla de Lanzerote en el archipiélago Canario.
Notas:
En la foto, parte del elenco en el Festival de Cannes 2009: de izquierda a derecha: Rubén Ochandiano , Tamar Novas, José Luís Gómez, Blanca Portillo, Lluis Homar, Penélope Cruz, el director Pedro Almodóvar y Rossi de Palma
Blanca Portillo es una fea y caricatiresca reina española en ‘Los Fantasmas de Goya’ al lado de Stellan Skarsgård en el papel del gran pintor Francisco de Goya, y su consorte el rey es interpretado por el voluminoso estadounidense Randy Quaid.
La bella Ángela Molina protagonizó otra de las buenas de Almodóvar: ‘Carne Trémula’ (1997) al lado del nieto del gran Pacho Rabal: Liberto Rabal. También fue una de las versiones de la fémina inalcanzable (la otra era la francesa Carole Buquet) que atormentaba al viejo verde interpretado por Fernando Rey en ‘Ese oscuro objeto del deseo’ (1977) del gran cineasta Luis Buñuel. Fue Yocasta en la versión colombianizada de Edipo Rey, ‘Edipo Alcalde’ (1996) de Jorge Alí Triana y protagonizada por Jorge Perugorría.