Revista Ciencia

Los Arkuek de el Aralar, primera parte

Por Basozaina
Los Arkuek de el Aralar, primera parteLos Arkuek de Aralar son una serie de chabolas cupulares situadas en el entorno de las abundantes majadas pastoriles de la Sierra. Poco, muy poco se ha escrito sobre los Arkuek, y la conclusión a la que se llega a día de hoy, es que se intuye que aún no han sido desvelados todos sus secretos (Ansa, 2010). Sabemos que muchas cosas no sabemos, pero intentemos también descubrir aquello que no sabemos que no sabemos, complicado si, pero empecemos destapando alguno de los errores de lo que hasta ahora creemos que sabemos.
Los Arkuek de el Aralar, primera parte Los Arkuek tienen forma y estructura cupular, pero están construidos con la técnica de falsa bóveda o rebase. Ansa dice que fueron realizados mediante sillares de piedra, siguiendo la técnica utilizada para la construcción de iglús. Esto no es cierto, la construcción de iglús se realiza mediante una técnica de construcción en espiral de bloques casi iguales. Ya Telesforo de Aranzadi en 1915 indica que las piedras de los Arkuek son muy desiguales, sin labrar, sin argamasa, pero con revestimiento de otras más pequeñas en el exterior, es decir no están hechos mediante sillares. En descargo de Ansa hay que reconocer que su libro sobre las Malloak es el mejor que se ha publicado hasta ahora sobre la sierra de Aralar, aunque solo se describa una parte de ella.
Vayamos poco a poco y de lo simple a lo complejo. ¿Porqué son de piedra los Arkuek y no por ejemplo de madera, o mixtos? La respuesta es sencilla, ya que si fueran de madera, los incendios tarde o temprano devorarían las construcciones (Labeaga, 1979). Esto proporciona una pista muy importante, en el interior de los Arkuek, era habitual el fuego, para cocinar, para calefactar, para producir. Los Arkuek parecen decirnos que son algo más que una humilde, primitiva y simple vivienda provisional de pastores.

Los Arkuek de el Aralar, primera parte

Refugio el Gamonal en Telde Gran Canaria

Estructuras y construcciones en falsa cúpula son comunes desde el neolítico en muchas culturas, desde los tholos minoicos a la Cultura de Almería, Islas británicas, Sinaí, etc. En la Península Ibérica los nombres que reciben estas construcciones asociadas al mundo pastoril son numerosos, chozos, cucos, bombos, corros, cubillos, brañas, culties, tambores, barracas, cacherulos, tainas, zahurdones, bujios, cucónes, capuchetes, etc, en las Islas Baleares están los talayots y en las Canarias los taros.
Cuando empecé a interesarme por los Arkuek me preguntaba a menudo sorprendido la causa por la que estas construcciones no han suscitado entre etnógrafos, arqueólogos o historiadores prácticamente interés alguno, y la respuesta es bien sencilla.

Los Arkuek de el Aralar, primera parte

Taro de Tahiche en Lanzarote

En 1915 Telesforo de Aranzadi en plena excavación arqueológica del dolmen de Albi tuvo noticias de unas estructuras a modo de pirámides. El encuentro de Aranzadi con los arkuek fue curioso y divertido. Los arkuek de Mugardi, junto a la txabola Bustintza llamados Arregi etxeak, que podríamos traducir como “las casas de piedra” fueron las visitadas por Aranzadi. Tras una minuciosa medición de puertas, ventanas, alturas, diámetros, dinteles, piedras de cierre, etc, dieron por terminada la temporada de trabajos.
Aranzadi volvió en 1916 a Arregi etxeak con la intención de excavar en el interior, pero no encontró el más leve rastro de enterramiento ni de objetos prehistóricos. Además al forzar para ello el encachado del piso interior de uno de los Arkuek, observaron desde el exterior pequeñas grietas nuevas en algunas piedras de la bóveda, por lo que se vieron obligados a abandonar el trabajo.

Los Arkuek de el Aralar, primera parte

Txabola cupular de Gabirondo en Gaztelu


En esa fecha Saralegi de la casa Juansendoenea de Intza le contó a Aranzadi que fue su abuelo el que hizo construir esos edificios y algunos otros semejantes a mediados del S. XIX para apriscos de ovejas. Aranzadi concluye que los Arkuek, pues son “capricho de indiano” y que por lo tanto no encierran más interés que el puramente anecdótico.
Si son o no exclusivamente "capricho de indiano" lo debatiremos en el siguiente capítulo de esta serie sobre los Arkuek del Aralar, se debatirá además sobre la ocupación permanente o transitoria de estas construcciones.
Fuentes:
Las txabolas cupulares en Euskalerria” Fermin Leizaola, revista Pyrenaica nº 115 1979.
Las Malloas de Aralar, itinerarios, historia y leyendas” Juan Mari Ansa, 2010, editado por Aralarko Adiskideak.
Apriscos recientes a modo de Tholos prehistóricos en el Aralar navarro”. Telesforo de Aranzadi, Revista internacional de estudios vascos, tomo X, pag.72, 1915.
Las chozas de piedra con cúpula en Viana, Navarra” de Juan Cruz Labeaga Mendiola, 1979.
Los Gentiles. El mito de los gigantes en el País Vasco” Anton Erkoreka, aertículo de revista Cuadernos de etnología y etnografía de Navarra, nº 23, 1976 pags. 309-366.
Los Gentiles del Aralar” Telesforo de Aranzadi, conferencia Bilbao 1919.
El pastoreo en Euskal Herria y su relación con el bosque” Fermín Leizaola Calvo, Sociedad de Ciencias Aranzadi, Dpto. de Etnografía 1997.

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