Por temas personales y de trabajo, uso bastantes veces el avión y el tren. Y vayas a donde vayas, sea la hora que sea, hay una cosa que nunca falla: hay gente que nada mas montarse y arrancar, va al baño.
En todos los viajes es lo mismo. No soy usuario habitual de los baños de los trenes y de los aviones, pero por ser baños cómodos o apetecibles no se suelen caracterizar. Así que tengo 3 teorias al respecto:
1. Estas personas tienen la vegija o el intestino de un tamaño mínimo. No son capaces de aguantar ni un viaje en avión de 35 minutos.
2. Tienen bañofobia pero exclusiva a los baños de los aeropuertos y las estaciones de tren. Por eso, aunque seguro que llevaban un rato esperando a que saliera el tren o el avión, no se han atrevido a ir a los baños.
3. Les da miedo viajar en tren o en avion y en cuanto pueden van al baño a “relajarse”.
Por suerte, esto no suele pasar en los viajes en autobús. Imaginaos que esto les pasara en un autobus urbano en Madrid o en Barcelona en hora punta. Allí no hay baños y el trayecto te puede durar 1 hora.
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