Revista Cine

Los becarios, algo más que dos puretas en Google

Publicado el 04 julio 2013 por Cineenserio @cineenserio

Por mucho que quiera no puedo ser objetivo cuando analizo una película como Los becarios por varios motivos. Lo primero es que me encanta Vince Vaughn, lo segundo es que me encanta Owen Wilson y lo tercero es que justo el día que fui a verla estaba algo bajo de moral y cualquier tontería me hubiera hecho gracia.

¿Es Los becarios la típica película de risa que se espera que sea? Sí, con matices. Sin pretender ser Los lunes al sol es curioso como una cinta que se anuncia como comedia, se categoriza en IMDB como comedia y tiene a una pareja de cómicos como protagonistas tiene cierto regustillo a tristeza.

Esa tristeza que te debe embriagar cuando con cuarenta años te mandan a la puta calle y te quedas literalmente fuera del sistema. Demasiado viejo para la mayoría de trabajos, y demasiado joven para la jubilación.

Es esto lo que para mi gusto ensalza aún más a Los becarios y no la deja en la típica comedieta sin más. Gracias al personaje del villano, en este caso el típico niñato que menosprecia por completo a la experiencia que te dan los años, interpretado por Max Minghella. Un personaje odioso, asqueroso y que se pasa toda la película recordando a los protagonistas que son viejos e inútiles.

Crítica Los becarios

Quitando esto el resto de lo que nos cuentan hace mucha gracia, al menos a mi me la hizo. Los gags funcionan a la perfección llegando a la cumbre en algunas escenas en las que literalmente lloré de la risa (concretamente en on the line de Vince Vaughn, que me muero por saber como lo han resuelto al doblarla).

De nada sirve ponernos a analizar en cómo es posible que dos tipos sin experiencia alguna en informática entren de becarios en Google o el hecho de que la misma Google esté presente en cada plano convirtiendo la película en un publireportaje muy caro. Son detalles que si miras con lupa quizás te estropee la experiencia, así que decidí no hacerlo.

Está claro que una película así requiere que entres en su juego y si te quedas fuera ni puta gracia, oiga. Yo entré con todas mis fuerzas, pasé un buen rato y encima me hizo reflexionar, ¿que más se puede pedir para lo que cuesta una entrada de cine?

Ahora lo único que quiero es que esta pareja vuelva a protagonizar una peli.


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