El té verde tiene muchas virtudes sobre nuestra salud. Se trata de un potente antioxidante, y una buena ayuda en las dietas para perder peso. Veamos cuáles son las potencialidades de esta planta tan reputada, especialmente en Asia.
Que sea blanco, verde, o negro, el procede de una misma planta, la Camellia Sinensis, una planta originaria de China. Su cualidad difiere en función del método de cultivo utilizado, su modo de conservación, y sus técnicas de recolección.
Cuantas menos transformaciones haya sufrido el té, mejor calidad tendrá la planta, y mejor conservará sus virtudes. El té verde posee catechinas, que son flavonoides naturales que están presentes en los vegetales, y que ayudan a estabilizar el peso y a prevenir las enfermedades cardiovasculares.
El té verde tiene virtudes calmantes y relajantes, y favorece la eliminación, el drenaje y regula la digestión.
También posee antioxidantes que luchan contra los radicales libres, responsables del envejecimiento de las células. Disminuye el colesterol malo y permite un reparto mejor de las grasas en el organismo.
Según los nutricionistas, poner el zumo de un limón en el té, permitiría una mejor conservación de las catechinas. Otros estudios se inclinan hacia la relación existente entre el té verde y el desarrollo de enfermedades como el cáncer, mostrando que el riesgo es menos elevado en los bebedores de té. El té blanco posee mayores virtudes que el té verde. Se trata de uno de los té más refinados del mundo, y también uno de los más caros.
Si mantenéis una actividad física regular y una alimentación equilibrada, el hecho de beber regularmente té os puede ayudar a conservar la línea. Además, para las personas diabéticas, el té verde permitiría bajar el índice glucémico.
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