Los bloqueos creativos

El curso pasado, con mis alumnos, intenté tratar el tema de la creatividad, así, en general y de la creatividad artística en particular. Observando su comportamiento en el día a día, al verlos afrontar sus obras, y también observando mi propia actividad creativa, he llegado a la conclusión de que en general nuestra creatividad, nuestra capacidad para encontrar soluciones, suele estancarse de dos maneras diferentes. Seguramente habrá más maneras de sentir esa sensación, pero estas son las dos que más he observado yo:

bloqueos pasajeros que responden a momentos vitales complicados, cansancio, etc;
parálisis que siento al enfrentarme a un nuevo reto creativo, cuando el miedo frena que las ideas fluyan libremente.

El diferenciarlas de esa manera me ha ayudado a pensar en estrategias que creo que pueden servir de ayuda en esos momentos. Algunas son estrategias que yo llamo “de rescate” y otras son hábitos que hay que tendré que implementar poco a poco y que darán resultado en el transcurso de un cierto tiempo.

Durante el curso estoy observando que sufro estos bloqueos con frecuencia, de hecho, los años que empecé a trabajar en el instituto anulé casi completamente mi actividad creativa. Vamos, que dejé de pintar y de dibujar, que es lo que hacía por aquel entonces. Así que ahora estoy muy contenta, porque nunca dejo mi actividad del todo, pero sí veo que me cuesta salir de momentos de bajón creativo.

Estos bajones me fastidian sobre todo cuando nuevas ideas me rondan la cabeza y no soy capaz de desarrollarlas. Como ahora, que estoy en el proceso de empezar piezas nuevas, productos que no había hecho hasta ahora y que me apetece probar. Hace unos meses me lancé a hacer una cesta, la que ves en las fotos, para meter las mantas del sofá o cubrir una maceta, a ver qué tal resultaba. Me gustó, pero la cosa quedó ahí. Sigo sin acabar piezas que tengo empezadas desde hace tiempo, esperando que las suba a la tienda antes de Navidad (glups!) y eso es la excusa perfecta para no empezar otras cosas nuevas.

Seguiré dándole vueltas a esas estrategias de las que te hablaba y te contaré algunas en un próximo post. Y sobre todo, intentaré llevarlas a la práctica estos días para ponerme en marcha y que las vacaciones de Navidad me pillen con las neuronas creativas a tope.