Revista Coaching

Los catalizadores del desarrollo humano: Errores y conflictos

Por Andrés Cuevas Mesa @acuevascoach

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Los conflictos y los errores son el caldo de cultivo para la verdadera excelencia personal y colectiva. Todo verdadero crecimiento y aprendizaje que se ha producido en la senda de la vida ha venido precedido por estos dos aspectos esenciales para poder entender nuestra evolución y mejora. Pero; ¿A qué se debe el temor generalizado a cometerlos? ¿Por qué tendemos a ver los errores como un aspecto negativo que debe ser rechazado? ¿Cuál es la visión que podemos implementar para sacar el debido partido de ellos?

Muchos de nosotros intentamos huir de los conflictos y los errores, como si se tratasen de minas que debemos evitar a toda costa. Creemos falsamente que el error denigra y deja en evidencia nuestra ineptitud técnica e intelectual. Asociamos error con ineficacia, torpeza, debilidad y un sin fin de “defectos” que dificultan nuestro progreso personal y ponen en tela de juicio nuestra valía como personas. Visto esto; ¿Cuál puede ser el motivo que subyace a este limitante pensamiento?

Uno de los motivos son las convenciones sociales con respecto a lo que supone el error, y a como debe ser el comportamiento y la actitud “módelica” en las personas. Se persigue una imagen de invulnerabilidad y perfección absolutamente atípica e irrealista, cuyo trasfondo rehuye, demoniza y enjuicia constantemente los errores y los conflictos. Deseamos crear personas que dominen todos los campos y que se manejen perfectamente en todos los ámbitos. Dejamos de ser personas para convertirnos en máquinas que anhelan una perfección inexistente, y todo esto sustentado por el miedo a no ser lo suficientemente buenos.

Por otro lado, nos movemos en una franja de comodidad que produce un rechazo a enfrentar y a plantarle cara a los conflictos que puedan surgir en el camino. Confiamos en que se resuelvan solos, cuando la verdad es que nunca sucede de esta manera. En lugar de eso, se enquistan como las heridas incómodas, y esto se debe a una rotunda verdad: Aquello a lo que uno se resiste persiste.

Como dice acertadamente el coach de liderazgo Robin Sharma: “Los conflictos son una oportunidad real para crecer y llegar a una conexión más profunda de lo que somos”. Los conflictos y los errores posibilitan un entendimiento nuevo y esclarecedor acerca de lo que suponen las experiencias en la vida. Cada conflicto trae consigo una oportunidad para aprender una importante lección y crecer como seres humanos. Nadie ha nacido sabiendo de antemano todas las importantes lecciones que la vida trae a lo largo del camino, por tanto, aligeremos la carga y soltemos la mochila de la culpabilidad y el miedo.

Te propongo un nuevo punto de vista con respecto al conflicto: Toma cada conflicto como una grandiosa oportunidad de aprender y desarrollar la mejor versión de ti mismo. Haz que cada error sea la semilla que propicie el entendimiento, el crecimiento y la correcta evolución de tus ideas y pensamientos. Sé consciente de que todas las grandes cosas que se han logrado a lo largo de la historia de la humanidad, han venido precedidas de innumerables errores e intentos. Cuando los hermanos Wright concibieron la idea de propulsar una avioneta por los aires sabían que para conseguirlo tendrían que producirse múltiples fallos, fracasos y errores, pero esa realidad, lejos de amedrentarlos, supuso el acicate definitivo para trabajar con más decisión en sus ideas y visiones.

La calidad de nuestra vida estará enormemente vinculada a nuestra capacidad resolutiva y creativa con respecto a los errores que nos sucedan. Es decir, a la habilidad que tengamos de captar el aprendizaje implícito que reside en el fallo. Debemos desarrollar una conciencia que anticipe y vislumbre las posibilidades que ofrece el error y no el error en sí. El conflicto es la antesala del verdadero crecimiento y felicidad en el ser humano. Es absolutamente necesario para nuestra evolución como especie.

No tengamos miedo a ser nosotros mismos e impliquémonos totalmente en nuestros objetivos sin temer a los posibles fallos. Como decía el gran escritor Mark Twain: “Dentro de veinte años lamentarás más las cosas que no hiciste que las que hiciste. Así que suelta las amarras y abandona el puerto seguro. Atrapa los vientos de tus velas. Explora, sueña y descubre”. Espero que estas palabras se graben en vuestros corazones y toméis la sabia decisión de ir a por vuestros sueños sin importar los obstáculos, conflictos y errores que puedan haber en el camino. La verdadera libertad es el gran premio.

 

Si cerráis la puerta a todos los errores, también la verdad se quedará fuera”.

- Rabindranath Tagore

 


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