Revista Opinión

LOS CHORRETONES DE TINTE DEL PRESIDENTE DUHALDE. Hoy, hace 20 años. 27 de abril de 2002

Publicado el 27 abril 2022 por Cronicasbarbaras

La cabeza del actual presidente de Argentina, Eduardo Duhalde, exhibe chorretones de sudor oscuro, subproducto de tintes de pelo baratos, igual que su no lejano antecesor, Carlos Ménem.

El teñido del pelo, que es habitual en las mujeres y cada vez más común en jóvenes liberados, deportistas, artistas y en otros varones sin compromisos públicos, es altamente sospechoso en los políticos.

El canciller alemán Gerhard Schröder fue acusado por el periódico sensacionalista Bild de teñirse el pelo y tuvo que demostrar la falsedad de esa información. De teñirse, los alemanes lo habrían obligado a dimitir por tramposo.

Porque los políticos entintados, con peluquines u otros floripondios para disimular canas o alopecias, no merecen mucha confianza: tratan de engañar, de ocultar su verdadero yo, y dan la impresión de ser capaces de quitarle la cartera a cualquier elector desprevenido, e incluso a un país entero.

El amor a los tintes de algunos presidentes latinoamericanos es directamente proporcional a su grado de corrupción, y  los políticos honrados, si es que los hay, deberían comenzar sus campañas electorales con una declaración formal sobre su estado capilar.

Pero lo que sigue sorprendiendo a cualquiera es la mala calidad y baratura del tinte que usan  Duhalde y Ménem, que tienen grandes fortunas y cuyas cabezas destilan chorretones.

Uno cree que tal desatino se debe, seguramente, a que compran los tintes más baratos para demostrarle al pueblo que hasta para engañarlo ellos también se aprietan el cinturón.


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