Existen amigos que nos dicen adiós a través de sus acciones aunque nos cueste darnos cuenta de ello. Personas que se distancian, toman un nuevo rumbo de vida y dejan atrás a antiguas amistades. A veces sufrimos mucho con este tipo de situaciones porque el apego del cariño y las relaciones que no son equitativas muestran la cara y la cruz de la misma moneda.
Un amigo se distancia cuando por más que pase el tiempo, no tiene la iniciativa de contactarte y se limita a responder a tus mensajes a modo de estímulo y respuesta. A pesar de que vive en tu misma ciudad, no concreta un momento para quedar ya que además, siempre tiene otra larga lista de asuntos por atender, lo que te hace sentir como si estuvieses en el último puesto de su orden de prioridades. Un amigo se distancia cuando ya no se mantienen ni las normas de cortesía, es decir, ya no se cumplen con los protocolos previos que existen en toda relación. Hace tiempo que no te dice que te echa de menos.
Las relaciones no se rompen de golpe en cuestión de un día sino que muestran un deterioro progresivo del cariño y se potencia una falta de contacto. La comunicación cada vez es más impersonal y más fría a nivel emocional. Cuando vivimos este tipo de situaciones lo que no debemos hacer es querer agradar al otro a cualquier precio, es decir, realizar acciones determinadas y tener más detalles con el objetivo de recibir más cariño. El afecto es libre tanto cuando nace como cuando muere. Y si hacemos algo solo con el fin de recibir más cariño corremos el riesgo de frustrarnos al no obtener los frutos que habíamos deseado.
Practicar el arte del desapego es una de las leyes más importantes para ser feliz. Así como nos alegramos porque un buen amigo ha llegado a nuestra vida también puede ocurrir que debamos decir adiós con respeto a quien no quiere permanecer a nuestro lado. Simplemente, puede que haya cambiado el orden de prioridades de ese amigo.
Existen personas que no mantienen el contacto con los amigos de la universidad cuando están en el mundo del trabajo. Personas que se distancian de amigos solteros cuando están en pareja y forman una familia. Somos tan vulnerables que un simple cambio de circunstancia puede marcar un giro en las relaciones personales.
Disfruta de las vacaciones de verano, abre tu corazón a todo lo bueno que está por venir, aprende a decir adiós desde la gratitud a quien se está alejando de tu camino más allá de tu voluntad y de tus muestras de cariño por esa persona.
Y sobre todo, dile hola a todo lo nuevo que te traiga la vida.
¡Feliz Agosto!
Maite Nicuesa para 3Contigo Coaching.
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