Revista Cultura y Ocio

Los días iguales de cuando fuimos malas. Inma López Silva

Por Mientrasleo @MientrasleoS
Los días iguales de cuando fuimos malas. Inma López Silva
     "Amor, cuando estaba en la cárcel lo único que quería era que pasasen los minutos y que la sensación de relojes parados se marchase al ritmo del cumplimiento de la condena. Ahora que eso ya ha pasado y el tiempo corre, siempre tengo miedo de que el teléfono suene estrepitosamente y me anuncie tu muerte."
     Hay libros que enamoran a primera vista. Es como un flechazo de esos en los que no creo demasiado. Pero se dan, o al menos eso me sucedió al ver esta bonita cubierta. Por eso, hoy traigo a mi estantería virtual, Los días iguales de cuando fuimos malas.
     Cinco son las mujeres protagonistas de este libro a las que iremos conociendo. Una de ellas, Laura, funcionaria de prisiones. El resto, Inma, Margot, Valetina y sor Mercedes, habrán pasado por prisión y nos irán desgranando sus historias en un libro coral.
     Los días iguales de cuando fuimos malas es una historia común contada a través de cinco historias diferentes. Conoceremos a Inma, escritora que relata su historia, que no acepta lo vivido pese a que comienza exponiéndolo en la primera frase. Una voz triste que no se despega de un lector que no deja de pensar en ese nombre, ese juego, esa posibilidad metaliteraria que nos hace reflexionar incluso tras cerrar el libro. Además está Sor Mercedes, cuyo crimen  se acerca a su propio juicio, y Valentina y Margot, tal vez las historias más trágicas, más comunes. Todas ellas extraordinarias a su modo, son mujeres marcadas desde el comienzo, privadas de libertad incluso antes de dar con sus vidas en la cárcel. Como también lo está esa funcionaria de prisiones que llega allí huyendo de la vida que le dirigían sus ilusionados padres, como escape... y que se aleja mucho de esos personajes concebidos para mostrar la bondad que solemos encontrarnos en este tipo de novelas. Porque Inma, la autora, es consciente de la historia que busca y transmite honestidad en sus palabras, que perfilan de una forma seria, sin rodeos, la realidad de muchas personas. Nos enfrenta a unas vidas que tal vez no nos gusten, que no estamos acostumbrados a mirar y consigue que nos interesemos por estas mujeres cuyo interior queda expuesto en las páginas de esta tremenda novela. Porque también eso olvidamos; que estamos ante una novela. Y esa es la sensación que uno ha de tener cuando lee un buen libro, olvidar la ficción.
     Los días iguales de cuando fuimos malas es una novela carcelaria, sí, pero también es una novela de mujeres que desgranan unas historias en las que su condición de mujer les ha marcado. Si Margot no hubiera sido mujer, se hubiera quedado como hizo su marido, en lugar de ser expulsada a un mundo de soledad. Y también eso queda reflejado, ninguna de ellas escapa a los juicios sociales, los prejuicios y, por qué no decirlo, la soledad. Pese a todo hay que añadir que no es un libro triste de esos que tiran de sentimentalismos baratos para lograr su objetivo, ya sea interesar o conmover al lector: no lo necesita. No recurre a artificios sino a realidades que se clavan en la retina del lector.
   
      Me ha gustado. Mucho añadiría. No conocía el nombre de la autora, pero no creo que se me olvide tras ler su novela. Os la recomiendo. Por honesta, por todo lo que nos aporta de esas realidades incómodas que normalmente no miramos, y porque merece la pena conocer esos universos femeninos que tan bien relata.
     Me gusta descubrir nuevos nombres, aunque solo sean nuevos para mi, y seguir la pista de aquellos cuyas letras han conseguido de algún modo llegarme. Y vosotros, ¿recordáis el último nombre que se unión a vuestra estantería lectora para no salir?
     Gracias.

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