Revista Libros

Los documentalistas existimos, pero que no se entere nadie.

Por Sandrasandrus @sandrasandrus
Sí, los documentalistas existen.
No sé si conoceréis los estudios en biblioteconomía y documentación. Ni siquiera sé si conoceréis el actual grado en información y documentación. En este ambiente es posible que sí, ya que vosotros, como amantes de los libros, imagino, aunque igual me equivoco, estaréis informados sobre esta profesión tan bonita y que abarca entre otras cosas al mundo bibliotecario. Bueno, si realmente lo conocéis podéis sentiros especiales, ya que seréis de los pocos. Hoy día es vergonzoso ver cómo grandes instituciones, íntimamente relacionadas con la documentación, desconocen el trabajo que desempeñan los profesionales que la realizan. Información y documentación: ¿y eso qué es? es la frase con la que me encuentro día tras día y que "disculpo", ya que puedo llegar a entender el desconocimiento por esta rama aún en proceso de investigación y perfeccionamiento, pero lo que no me cabe en la cabeza es que instituciones como museos aún desconozcan exactamente la labor que desempeñamos, que no entiendan, que una biblioteca no la puede llevar cualquiera, que hay unos estudios para ello y que no es algo tan sencillo. 
Los estudios en marketing también son muy recientes, y sin embargo todo el mundo los conoce. Los estudios en ciencias de la educación física tampoco tienen mucho más tiempo, al igual que la fisioterapia, y sin embargo todo el mundo está informado. ¿Por qué sobre nosotros no se sabe nada? Estoy haciendo las prácticas en la biblioteca de mi ciudad y el primer día otra chica en prácticas de animación me preguntó que si eso de las bibliotecas era algo que se estudiara, en fin, pues sí, y de hecho no es un año, ni dos, ni tres, sino cuatro hermosos años.
Es triste estudiar durante cuatro años una profesión que no está reconocida. Es triste que nadie sepa para lo que sirves, excepto los propios profesionales del ámbito, de los cuales pocos lo han estudiado. Aunque es más triste aún, pero que mucho más triste, estudiar y al terminar no saber nada, o sentirlo al menos. Es muy triste llegar a bibliotecas y no saber qué hacer, o que te planten una caja de archivo y no saber por donde empezar. Es triste perder el tiempo, que es exactamente lo que siento que he estado haciendo estos cuatro años de mi vida. Sí que he aprendido cosas, no vamos a ponernos dramáticos, ¿pero lo que he aprendido es realmente lo que necesito? Tengo conocimientos sobre cosas tan inútiles. He estudiado contenidos hasta tres veces diferentes en tres asignaturas diferentes y en cambio hay otros que han pasado totalmente por alto. 
¿Sabíais que no es obligatorio tener estudios en biblioteconomía para trabajar en una biblioteca? ¿No es vergonzoso? Y esto ya no lo digo por aquellos que llevan años, incluso desde antes de que existiera la titulación ejerciendo esta profesión, ya que ellos son los que han crecido y aprendido con ella, al compás, sino a todas esas personas que actualmente creen realmente que pueden desempeñar una labor que a mi me ha costado cuatro años de mi vida "aprender" y todo porque a nadie le ha dado la gana de mostrar al mundo nuestra función. ¿Y dónde están nuestras defensas? ¿Dónde está el orgullo de documentalistas? ¿Donde está nuestro ejército y nuestro apoyo para combatir este intrusismo y desinformación? Yo, desde luego no lo sé. Y ya os digo que la universidad no es el mejor sitio donde buscarlo, al menos en la que yo he estudiado.
No está bien generalizar, y está claro que siempre hay excepciones, pero aquí, donde yo estudio, os aseguro que a la gran mayoría les importa así como una mierda, hablando mal y pronto. Sé que mis palabras son duras, pero es lo que yo he sentido, al menos en la mayoría de los casos (no todos). Los grandes de la documentación, aquellos que han dado su vida al estudio de esta materia, son los mismos que deberían, desde hace mucho tiempo, habernos dado a conocer, pero claro, la cantina de enfrente de la facultad se ve que resultó ser más atractiva. ¡Si ni siquiera tenemos un colegio que nos defienda! 
Repito que no me gusta generalizar, y he tenido profesores que me han devuelto las ganas de luchar por algo que veo imposible, al menos para mi propio provecho, y de los que he aprendido muchísimo, pero han sido los menos. 
Esto se acaba, y sois vosotros los que estáis haciendo que se acabe. Sí, vosotros, los profesores, los que os hacéis llamar doctores, y no dudo de vuestros conocimientos, pero sin duda no habéis sabido discernir cuáles me tenéis que enseñar a mí, como alumna, ni cuáles tenéis que mostrar al mundo ni cómo. El grado en información y documentación desaparecerá, porque a nadie le interesa, porque nadie lo conoce, porque os lo estáis buscando vosotros mismos.
Seremos unos mindundis, unos cualquiera, prescindibles y sin valor para todos aquellos que nos desconocen. Triste pero cierto. Y toda la esperanza debería estar en las nuevas generaciones, pero viendo lo que nos enseñan y cómo nos lo enseñan, sobrentiendo el final. Realmente es una pena, porque es una profesión bonita que a mí me gusta y por eso decidí estudiarla, pero supongo que cuando ya tienes la barriga llena deja de interesarte el plato del vecino.
Mientras los curriculums vuelan yo seguiré respondiendo a la misma pregunta: Información y documentación ¿y eso qué es?
Los documentalistas existimos, pero que no se entere nadie.

Volver a la Portada de Logo Paperblog