Los dos reyes. Cuando muere un ruiseñor 2, de Nina R.

Acusadme de traidor a mis leyes ancestrales, las mismas que rigieran Lothir durante siglos. Porque ahora digo que son pésimas y nefastas: todo por haberlas sufrido en propia carne.

Así se pronunció Edner, el rey tirando de Lothir, tras la ardua labor de recuperar el trono perdido y la dolorosa búsqueda de Ori, cuyo reencuentro no será el que hubiera espera do.

Con este libro, Los dos reyes, concluye la saga Cuando muere un ruiseñor, de Nina R., una historia apasionante acerca de cómo el destino de todo un reino queda a merced del dictado del corazón, cuando entre su monarca y el más impredecible de sus súbditos surge una relación de amor-odio que ambos llevarán a sus máximas consecuencias.

Libre de spoilers.

La segunda parte de Cuando muere un ruiseñor continúa un tiempo después de los últimos acontecimientos de su primera parte. Muchos cosas han cambiado desde entonces, la situación en Lothir ha dado un giro de 180 grados, ya no sólo en cuanto al Edner y a Oritzen, si no también al reinado en general. Los protagonistas no pueden olvidar todo por lo que han pasado, cada uno sabe qué es lo que debe hacer, aunque sus sentimientos siguen estando muy presentes.

Si recordáis, sobre el primer libro expliqué que la historia se centraba, quizás demasiado, en los dos personajes principales, Edner y Oritzen, que el ambiente flojeaba y el ritmo era un poco lento. Sin embargo, todos estos detalles quedan olvidados al llegar al segundo. Con un ritmo mucho más rápido, la historia deja un poco aparcados a los protagonistas para mostrarnos en qué situación política se encuentra Lothir. El contexto se abre de tal manera que nos enseña un gran abanico de posibilidades, no sólo de Lothir, sino de sus alrededores y países vecinos. Los protagonistas tienden más a desplazarse y Nina ha ido describiendo de manera muy acertada todos los obstáculos que se iban encontrando: la religión, los pueblos más apartados, las conspiraciones políticas e incluso la guerra.

Cuando digo que la historia deja aparcados a los personajes no quiero decir que se olvida de ellos, ¡ni mucho menos! Llegan a pasar por tanto, a amar tanto, a sufrir como nunca. Esta historia de amor-odio es tan completamente apasionada y desgarradora que a veces me ha costado comprender cómo podrían hacerse tanto daño aún amándose y volviendo a estar juntos una y otra vez, olvidando todo lo que había sucedido entre ellos. No pueden estar juntos pero tampoco separados, su amor les ciega, se sienten tan abrumados por lo que les rodea y sus emociones y sentimientos están tan a flor de piel que no miran sus actos, lo que tendrá unas consecuencias inimaginables. Si me tengo que poner de parte de uno, no tengo más remedio que decir que de Oritzen. Es un joven con unos principios muy claros, inocente y, para mí, es quién más sufre en esta relación.

Los dos reinos es una segunda parte que mejora la historia del anterior. El ritmo es más ágil y al conocer ya a los personajes entendemos más sus acciones, además de varias sorpresas que da a la historia algún giro inesperado. El amor-odio está igual de presente, y la novela finaliza con un final justo. Mientras lo iba leyendo, no podía evitar preguntarme cómo Nina iba a acabar la historia y creo que no podría ser de otro modo que el relata.

 “Su historia había finalizado desde hacía tiempo, ambos lo sabían, pero él, necio, había osado hacerse nuevas ilusiones. Un imposible en todos los sentidos; todo estaba en su contra, no había nada que hacer. Era el castigo de los dioses.”