Los estrenos que vienen [17 FEB]

Si os apetece pasar un fin de semana de tensión y miedo, este viernes podréis disfrutar de algunos buenos títulos al respecto. Desde la intriga de un thriller a la francesa, hasta la gélida y bien estructura aventura en el hielo de Liam Neeson. Pero hay mucho más, no os lo perdáis.

La última película de Daniel Radcliffe, 'La mujer de negro'

Comenzamos con ‘Shame’ que viene cargada de nominaciones y buenas recomendaciones, lo cual ya promete. Controvertida y provocadora, encierra un viaje personal a los infiernos de un hombre que encarcelado en una monotonía sexual, deja de prestar atención a su propia existencia. Con un tono narrativo cortante y frío, evocando títulos tan interesantes como ‘Closer’, induce al espectador en una especie de recorrido onírico por la vida cotidiana de alguien que ahuyenta la soledad a cañonazos de una noche.

Si la última de Michael Fassbender, no os convence (a pesar de que en poco más de 4 años, ha cosechado una filmografía prolífica y de alto nivel), podéis echarle un ojo a la metamorfosis no kafkiana de Daniel Radcliffe, que recién salido de su crisálida de actor juvenil, tiene que empezar a construir una carrera como intérprete maduro o quedarse en el intento (y no hace falta nombrar a nadie, verdad Culkin? Ups, perdón).

Guardado en el armario el disfraz de Harry Potter (o subastado en Ebay, vaya usted a saber), el joven actor se asoma nuevamente a la narrativa fantástica que tan buen resultado le ha dado en su carrera, aunque da un ligero giro hacia el terror, esta historia gótica de fantasmas al más puro estilo de Poe. Las estupendas localizaciones de rodaje y el impecable diseño de producción de ‘La mujer de negro’, no sólo os pondrán en situación, sino que os transportarán a un oscuro misterio digno del mismísimo Henry James.

‘Cuenta atrás’ es un interesante thriller francés (os hemos dicho alguna vez, lo mucho que nos gusta el cine de intriga francés? No? Madre mía, que Luc Besson nos coja confesados…), que aglutina una idea poco original, pero con un desarrollo y un montaje muy interesantes. Todo eso, sin que Jean Reno salga ni una sola vez en la pantalla. A tener en cuenta, no decimos más.

Os hablamos de la aventura congelada que Liam Neeson vivirá en ‘Infierno blanco’, porque no sólo es una propuesta interesante e inspirada, sino que proviene de un director al que en esta redacción le tenemos cierto cariño cinematográfico. Joe Carnahan llamó nuestra atención con ‘Narc’ aportando cierta contención rítmica a un género saturado de acción y falto de dramatismo bien concebido. Con ‘Ases calientes’ hizo justo lo contrario, le metió toda la caña habida y por haber sin perder un ápice de estilo propio y originalidad a pesar de la imitación barata del cine de Tarantino y Guy Ritchie. Pero nos ganó con eso. Tanto que le perdonamos (olvidamos tal vez), que años después rodará una casi innecesaria segunda parte (a pesar de que saliese a Vinnie Jones, que siempre gusta; y que recuperase a Tom Berenger, que siempre es un lujo) y que después osará llevar al cine ‘El equipo A’, que por nuestra parte podría haberse quedado en el cajón de los proyectos absurdos del Sr. Crapsmith (véase Un tipo con boina).

Pero volviendo al frío entorno de Alaska, Neeson encabeza un film cargado de tensión y afilados colmillos, donde al final, la congelación o el hambre, son el menor de los problemas para los protagonistas. Rodada de manera eficaz, impactante, corta el aliento al mismo tiempo que te lanza hacia una nueva toma, sin que por ello caiga en los topicazos de las películas de rescates y supervivencia.

De ‘Viaje al centro de la Tierra 2′ hay poco que contar, por mucho que los productores hayan engañado a Michael Caine para participar en ella. Los subproductos cinematográficos con estrellas de otros percales, no son de nuestro agrado. No lo consiguieron ni Shaq ni Jordan, no lo va a hacer ‘The Rock’, aunque se mente al mismísimo Julio Verne.

‘Young adult’ la dejamos para el final, no por nada, sino porque le ha tocado. Jason Reitman tiene una habilidad innata para escoger títulos de proyección indie, un poco flojo, pero bastante eficaz en la retrospectiva de experiencias vitales, o vitalistas. En su última película, que tal vez os recuerde un poquito a ‘Beatiful girls’ (pero sólo un poquito eh, que Demme es sagrado), nos trae a Charlize Theron como la mala del cuento, la reina del baile a la que todos odiaban y a la que la vida, ha querido recolocar en su lugar.

Su mejor baza es un humor fresco, que permite que la cinta no caiga en el pozo de las comedias romanticonas de la vuelta al pueblo natal (alguien ha dicho Whiterspoon. Reese Whiterspoon en la sala? No?).