Revista Cultura y Ocio

Los gritos del pasado. Fjällbacka 2, de Camilla Läckberg

Publicado el 21 febrero 2013 por Cris @estanteriaazul

¡Volvemos a Fjällbacka! Ya os presenté esta serie y a sus protagonistas, Erica Falk y PatrikNOVELA NEGRA Hedström, hace unas semanas con su primer libro, La princesa de hielo. La reseña del segundo libro no contiene ningún spoiler salvo en el argumento del libro situado a la derecha de la cubierta.

Fjällbacka está compuesta -por ahora- por  ocho libros: La princesa de hielo, Los gritos del pasado, Las hijas del frío, Crimen en directo, Las huellas imborrables, La sombra de la sirena, Fyrvaktaren (The lost boy, en la edición inglesa) y Änglamakerskan.

Los gritos del pasado

La escritora Erica Falk y su compañero, el detective Patrik Hedström, disfrutan de unas merecidas vacaciones en su casa en la pequeña población costera de Fjällbacka, que, en verano, es un apreciado destino turístico. Erica está embarazada de ocho meses y la ola de calor hace especialmente difícil este último mes de gestación. En esta situación, lo que menos falta le hace a la joven pareja es un nuevo caso de asesinato. Pero las vacaciones de Patrick se ven interrumpidas de golpe, cuando un niño descubre el cuerpo de una joven turista. Lo más extraño es que junto al cadáver aparecen los restos de dos mujeres desaparecidas años atrás.

Una vez más los gritos del pasado susurran oscuros secretos.

Los gritos del pasado sigue la línea de su antecesora aunque con algunas diferencias bastante palpables. Como ya expliqué en la reseña de La princesa de hielo, las novelas de Camilla Läckberg se reconocen por la mezcla de un misterio o asesinato sin resolver y una parte más humana dedicada a conocer los habitantes (y a sus problemas) de Fjällbacka.

¿Y en qué se diferencia con el anterior? Pues esta vez la participación de Erica en la novela ha sido nula, es comprensible teniendo en cuenta en el estado en el que se encuentra –los que ya la habéis, sabéis a lo que me refiero- pero yo me esperaba una mayor intervención en la novela. Sin embargo, a lo que se ha dedicado es a preocuparse de su hermana Anna (quien tendrá su pequeño e importante papel y en el que espero que pronto se profundice más) y a otros problemas que surgirán durante el relato con ciertos familiares y sus visitas inesperadas.

Al dejar de lado a Erica la historia se ha centrado más en Patrick, en su trabajo en la comisaría, puesto que vamos conociendo mejor cómo funciona, en conocer a sus compañeros y en seguirlos en el caso que se plantea: la muerte de una turista y los restos de dos mujeres desaparecidas hace muchos años. Por lo que hace a esta parte de la novela, reconozco que me ha enganchado muchísimo. El papel de Patrick me está gustando cada vez más, su manera de razonar, de actuar y cómo los acontecimientos de sus casos le van pasando factura. Los secundarios comienzan a cobrar importancia y mientras algunos caen en gracia, otros no tanto.dc036db72dff6768257fa4910137afaf Camila Läckberg muestra un buen abanico de personajes a los que seguir en futuros libros y además, sabe profundizar en ellos lo justo para dejarnos con ganas de conocerlos más.

El asesinato de la turista no pasará desapercibido en la pequeña población  así como la aparición de los cadáveres de dos mujeres desaparecidas hace muchos años; no os cuento nada más porque cuanto más se avanza en la trama, más se puede imaginar por donde irá dirigida. Sin embargo, hubo momentos en que me perdí y no tuve claro quien creía que era el asesino, en ese aspecto me ha sorprendido mucho. Algo que ya me pasó en su anterior libro y es uno de los motivos por los que me considero seguidora de esta serie.

Tal y como me sucedió en su anterior novela, al ser entretenido y fresco hizo que no pudiera parar de leer, Camilla sabe como hacer que sus lectores se vuelvan adictos al libro, dejando sueltas las pistas poco a poco. Pero, aunque durante toda la lectura, la novela iba a un ritmo muy bueno y me estaba gustando mucho, con el final he tenido algunos problemas: no me ha convencido y me ha dejado con una sensación muy extraña en el cuerpo. En otras palabras, sentí como si me hubiera estropeado todo el libro. No me lo esperaba, todo ocurre muy deprisa y me quedé un poco decepcionada.

“Cuando la mano pasó de acariciarla a torcer y retorcer sus miembros, a darle tirones o a descoyuntárselos, no se sorprendió. En cierto modo, agradeció ese padecimiento. Era más fácil enfrentarse al dolor de la certidumbre que al de la espera de lo desconocido.” 

Próxima parada: Las hijas del frío.


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