Los Japón, 8 (bochornosos) apellidos japoneses

Por Victor Fernández. 

Tras su preestreno en el Festival de Málaga, donde cosechó malas críticas por parte de público y profesionales, llega a cines Los Japón, última producción de Atresmedia Cine, dirigida por Álvaro Díaz Lorenzo, encargado también del guion, como ya hizo en sus anteriores películas Señor, dame paciencia y Café solo o con ellas. Como en estos filmes, Los Japón se lanza de lleno a la comedia mas cateta y burda, en la que abundan los estereotipos y el ambiente de rancio éxito televisivo. 

Es inexplicable, cuanto menos, que esto haya llegado a pasar el corte de algún productor, por mucho que encima de la mesa le pongan a Dani Rovira como estrella principal de la película. En ese afán por continuar el éxito que tuvo 8 apellidos vascos, extendida de manera igual de taquillera, pero mucho más desafortunada, por 8 apellidos catalanes, las televisiones están decidiendo lanzarse de nuevo a esa comedia del estereotipo y el chiste antiguo, de nulo e invisible alarde de inteligencia, situando a lo mas conocido del panorama televisivo y cinéfilo frente a unos personajes y unas líneas de diálogo que causan vergüenza ajena. Hay pocas cosas mas desagradables en una sala de cine que el tener que llevarse las manos a la cara para no ver lo que ocurre en pantalla, por pura incredulidad de lo que uno está viendo, por sufrimiento y vergüenza ajena, y en este filme no son pocos los instantes en los que hay que realizar este desagradable ritual de la incomodidad.

Los Japón cuenta la historia de unos vecinos de Coria del río que son descendientes de uno de los nietos del emperador japonés del siglo XVII, que, en una expedición por España, llegó a Sevilla para quedarse prendado de una bailarina y formar allí su familia. Ahora, tras la muerte del último emperador, sin descendiente masculino, Paco, el padre de la familia, se convertirá en el heredero legítimo del imperio japonés. Con este absurdo argumento, todo nos hace ya presagiar una comedia basada en el vulgar cruce de culturas que puede provocar una familia dibujada como el prototipo de cateto español (siempre impuesto en personajes andaluces, de manera muy molesta y desafortunada). Con está idea que podía haber dado algo mínimamente visible, que no bueno, Los Japón no logra finalmente ni el mas mínimo alarde de inventiva y originalidad. Todo resulta malo, feo, anticuado y muy desafortunado en su visión y mensaje sobre la celebración de lo que tenemos que ser sin remedio.

Además de haber escrito un guion sin la más mínima línea de picardía graciosa, Díaz Lorenzo ha decidido impregnar a sus actores de una exageración que no hace más que molestar y abochornar al espectador. No puedo comprender como alguien con dos dedos de frente ha dejado salir a la luz las terribles interpretaciones de María León o Cinta Ramírez (insoportable, una de las peores actuaciones en años). Si no era ya suficiente la poca gracia de sus diálogos, las terribles interpretaciones solo invitan al ridículo aun mas espantoso. Ni siquiera Antonio Dechent, en su intento por tomarse en serio algo de lo que sale por su boca, puede escaparse de la debacle absoluta.

Siguiendo los patrones clásicos de estas malas comedias nacionales, Los Japón reluce por una realización esclerótica, sin ningún pulso para el ritmo ni para la comedia, así como para el gusto por el aspecto visual, que, al menos, en ocasiones, algunos directores parecen tener. En este caso todo acompaña a esa ranciedad, con unos escenarios lleno de fondos con pantallas verdes que echan para atrás. Es una película que parece sacada de hace muchos años, y no en el buen sentido de la palabra.

Por rescatar algo muy mínimo, el principio de la película no nos hace presagiar del todo la que se nos viene encima. Sin salirse mucho de la norma, el comienzo de Los Japón puede verse sin mucho entusiasmo hasta llegado los primeros 15 minutos, donde todo comienza a caerse por el precipicio de la inmundicia cinematográfica. Pero aun rescatando este pequeño fleco, en definitiva, la última película de Atresmedia y Diaz Lorenzo está, probablemente, llamada a ser una de las peores películas del año, y nos reafirma en cual no es el camino a seguir en una filmografía nacional que queremos que sea superior y que, sobre todo, no trate al público como auténticos borregos, tal y como celebra la película en relación a sus personajes. Pero hay algo más… En unas escenas que podemos ver sobre créditos, al final del filme, Los Japón parecen invitar a la secuela… Solo esperemos que Dani Rovira se dé un tiempo en hacerla, para que al menos nos libre de este sufrimiento unos añitos. Todo un bochorno.

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• ##check## Lo bueno
• Que los primeros 15 minutos pueden medio verse.
• ##times## Lo malo
• La ranciedad del producto. Lo mal escrito que está y la nula gracia que tiene.
  Unas interpretaciones mas que deficientes. 

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• Ambientación 3.5
• Mala. Mas allá de que logren sacar unos planos de Japón, rodados con los actores reales en sus calles, toda la ambientación del palacio imperial rezuma aire televisivo, en especial por sus fondos de pantalla cutres.
• Desarrollo de Personajes 2.0
• Malo y típico hasta la médula. Los personajes desarrollan hacia una celebración del catetismo que uno no logra entender.
• Argumento / Guión 2.0
• Absurdo, aunque podía haber dado algo. Finalmente se queda en un guion terrible, escrito sin gracia ni sorpresa, pasando por encima de todos los estereotipos, personajes y lugares comunes.
• Banda Sonora 3.0
• Mala y subrayadora. Es una música que solo está ahí para remarcar las cosas, como si de un anuncio se tratase.
• Entretenimiento 3.0
• Nulo. Una película que pretende ser graciosa y no lo es solo lleva a la desesperación y aburrimiento.
• Montaje / Innovación técnica 2.5
• Montaje sin la más mínima pizca de sabiduría narrativa. Seguramente el problema venía ya de fábrica y poco se podía hacer, pero para 90 minutos de filme, todo se hace extenuante. La innovación técnica es todo un paso atrás, sobre todo en esas pantallas verdes que se ven desde Coria del Río.

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• Puntuación Total  3 / 10
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Trailer:
Fuente Imágenes: Warner Pictures España / AtresmediaCine