Los mejores alimentos para afrontar un embarazo sano

Tener un hijo es una de las cosas más maravillosas que hay en esta vida, y hoy vamos a indicarte qué debes tomar para que tu bebé salga sano y fuerte, además de evitar posibles complicaciones en el parto.

Debemos advertir que muchas de las transformaciones más importantes se producen durante las 4 o 6 primeras semanas del embarazo, período en el cual el feto es prácticamente imperceptible y muchas veces se desconoce aún el embarazo.

Si planeas quedarte embarazada en este nuevo año, atenta a los siguientes alimentos:

Verdura al vapor

Necesitarás todas las vitaminas presentes en las verduras, y para ello, deberías ingerir más ensaladas crudas y vegetales poco cocidos, dado que algunos de los componentes se destruyen con el calor.

Levadura de cerveza

Prueba a tomar algunos comprimidos naturales de esta levadura durante el estado de gestación. Por su alto contenido en ácido fólico, ayuda a reducir el riesgo de malformaciones en el futuro bebé, y además, también favorece al hombre, puesto que mejorar la calidad y cantidad de los espermatozoides.

Sal yodada

Como embarazada, también necesitarás una buena reserva de sal enriquecida en yodo, así que asegúrate de que la sal con la que cocinas sea rica en este mineral.

Merluza y sardina

Estos pescados son otros de los alimentos con altos contenidos en yodo, así que trata de incluirlos en tu menú habitual. Recuerda que una falta considerable del citado mineral puede llegar a producir deterioros importantes en el feto, tales como lesiones cerebrales o sordomudez.

Pipas de calabaza

En este caso es el zinc el mineral que obtendremos al consumir un puñadito de estos frutos secos. Imprescindible para la formación del nuevo tejido, este mineral también aumenta la fertilidad de la mujer.

Leche

Además de contener los dos minerales ya expuestos (yodo y zinc), es unas de las bebidas con más calcio por excelencia. Recordemos que una carencia significativa de este mineral durante la etapa del embarazo, supone varias dificultades en la formación ósea del bebé que puede no superar una vez venga al mundo.