Revista Ciencia

Los modos B observados por BICEP2 podrían ser polvo galáctico

Por Cosmonoticias @Cosmo_Noticias
Polvo galáctico, Planck

El polvo galáctico observado por Planck en el hemisferio galáctico norte (izquierda) y sur (derecha). El color azul indica regiones con poco polvo interestelar, mientras que el rojo muestra regiones con cantidades más altas. La región observada por BICEP2 (rectángulo negro) no estaba entre las menos polvorientas.

En marzo de este año, los científicos del experimento BICEP2 anunciaban la detección de la primera evidencia directa de la inflación cósmica, respaldando el modelo inflacionario. Según los investigadores, esto representaba al mismo tiempo una evidencia indirecta de ondas gravitacionales. La noticia fue recibida con entusiasmo entre los cosmólogos.

El equipo reconoció que el polvo de la Vía Láctea, que puede polarizar la luz de la misma manera que las ondas gravitacionales, podría haber contaminado sus resultados, pero los investigadores creían que en la pequeña región del cielo que estudiaron los niveles de polvo eran bastante bajos como para permitir detectar una fuerte señal correspondiente a modos B en el fondo cósmico de microondas (CMB).

El estudio que apuntaba a la detección de modos B fue realizado utilizando los datos disponibles en ese momento, los que mostraban una baja cantidad de polvo en la región observada.

Sin embargo, las nuevas mediciones –más precisas- publicadas por la misión Planck indican que la cantidad de polvo galáctico presente en la región estudiada por el telescopio BICEP2 es mayor de lo esperado. La cantidad es lo suficientemente alta como para que la luz observada haya sido polarizada por el polvo y no por ondas gravitacionales.

Aunando fuerzas

Parte de la señal detectada por BICEP2 (luego de extraer la polarización debida al polvo) aún podría corresponder a un resultado de las ondas gravitacionales, pero será difícil demostrarlo.

Ahora, los equipos de BICEP2 y Planck se encuentran realizando un análisis conjunto utilizando los datos de ambos estudios. Se espera que el análisis, que probablemente aclare los resultados, sea publicado en noviembre.

Con estos datos sobre la mesa, lo más probable es que los próximos experimentos que busquen modos B en el CMB se centren en otras regiones menos polvorientas.

Mientras tanto, lo único que se puede afirmar es que los resultados anunciados en marzo por la colaboración BICEP2 fueron, por lo menos, prematuros, al igual que aquellos que desechan de plano dichos resultados.

Recomendamos leer “Modos B observados por BICEP2 podrían ser sólo polvo” de los amigos de Conexión causal, pertenecientes a la RedLBC.

Fuente: Nature


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