La popularización de los MOOC nos hace pensar que en unos años la forma en la que estudiemos no tendrá nada que ver con cómo se ha hecho tradicionalmente. La fundación Telefónica/Ariel han preparado un estudio que nos dan claves de cómo podría ser este futuro.
La educación que hemos recibido tiene una clara herencia del modelo de educación industrial que nos ha ayudado innegablemente a dar el salto más grande de su historia de la humanidad. Todos los avances científicos, médicos e industriales que disfrutamos hoy en día se los debemos a este sistema, sin embargo cada vez encaja menos en las sociedades actuales. Los conocimientos avanzan cada vez más rápido y nuevas materias aparecen sin dejarnos apenas tiempo de adaptarnos y con una universidad que forma en profesiones que dentro de unos años pueden ser irrelevantes.
Por esto, tendencias como los MOOC (Massive Open Online Courses), tienen una gran importancia para la formación del futuro. Aunque se llevaba hablando de e-learning desde los inicios de internet, ha sido la confluencia de varios aspectos los que han permitido su popularización, sobre todo a partir de 2010 con plataformas como Coursera o Codecademy, y que han hecho que decenas de millones de personas en todo el mundo las hayan utilizado ya. Estas tendencias son: la optimización de recursos de los estudios superiores; una cada vez más necesaria formación continua; una formación flexible compatible con otras actividades.
Pero más interesante que conocer la situación actual de la educación basada en los MOOC es saber cómo va a evolucionar la educación tradicional para adaptarse a esta nueva tendencia. Lo más previsible es que la educación actual aproveche las ventajas que les ofrecen estas plataformas para ofrecer itinerarios personalizados.
Los MOOC, que surgieron en 2001 y han ido mejorando las herramientas en las que se basan, van a seguir evolucionando también. Un estudio recién presentado por la Fundación Telefónica/Ariel titulado "Los MOOC en la educación del futuro: la digitalización de la formación", y descargable gratuitamente, nos plantea 3 escenarios diferentes donde tanto univesidades como MOOC seguirán avanzando para aprovechar sus sinergias hacía una educación de mayor calidad.
Tres posibles escenarios a futuro para los MOOC
Una posible opción sería que los MOOC se centraran cada vez más en ofrecer recursos educativos, como libros, presentaciones y otro material digital sin llegar a sustituir a las universidades y centros de enseñanza en sus funciones básicas. Sería el aprovechamiento de lo que mejor saben hacer estas plataformas para ofrecer un complemento a los estudios universitarios. En este escenario, la universidad mantendría su status quo como entidad de prestigio que ofrece actividades no reemplazables por los MOOC. Sin embargo, la industria editorial, sí que deberá redefinirse al verse afectada por la ola digital. Podría aparecer además, un nuevo mercado de venta de contenidos entre universidades de más prestigio hacia el resto.
Los MOOC como pieza clave del sistema educativo superior sería otro de los escenarios barajados. Para llegar aquí existen todavía retos importantes que solventar para poder digitalizar todas las actividades formativas. Permitiría una mayor personalización pero sin renunciar al carácter industrial de la formación tradicional. La nube será clave y permitirá una formación superior democratizada. Esto último implicará que las universidades de más prestigio podrán ampliar su radio de acción aprovechando las economías de escala creciendo a costa de las menos prestigiosas. Los costes de acceso se reducirán de manera muy significativa para los alumnos.
El tercer escenario planteado por el estudio, concibe las plataformas MOOC como eje de la creación de conocimiento. Como si fueran unas Wikis adaptadas a los nuevos tiempos, fomentarían la generación de conocimiento de alto nivel y que no tendría ni barreras temporales ni geográficas. Si internet ha permitido la aceleración sin igual de la creación de contenido y el acceso a conocimiento, este nuevo escenario incrementaría aun más esta tendencia ofreciendo lo que llaman en el estudio un crowdsourcing del estado del arte. Los alumnos, no serían meros consumidores de conocimiento sino que tendrían un papel más activo en la generación de este conocimiento.