Los niños no deberían comer frutos secos hasta los cuatro años

Algunos expertos recomiendan que los niños no coman frutos secos hasta que no cumplan cuatro años y la razón no es el riesgo de alergia, sino el riesgo de atragantamiento. Los frutos secos son responsables de hasta un 70% de los casos de atragantamiento en menores de cuatro años, la razón es que no mastican correctamente y existe riesgo de aspiración pulmonar, es decir, de forma accidental un trozo de alimento puede pasar a través de la tráquea, obstruyéndola y provocando la asfixia.

Claro que este riesgo también puede producirse con otros alimentos, por eso es tan importante enseñar a los niños que deben masticar bien la comida antes de tragar. Los pediatras explican que los cacahuetes son el alimento responsable del 50% de los casos de atragantamiento, a pesar de que durante los últimos años la mortalidad infantil por atragantamiento y consiguiente asfixia se ha reducido, el ahogamiento causado por alimentos u otros objetos representa el 40% de las muertes en niños menores de 12 meses de edad. No es extraño que a la mayoría de los padres les preocupe este tema, hay que estar constantemente vigilando porque un pequeño descuido basta para que un niño coja un pequeño objeto y se lo lleve a la boca.
El segmento de edad más problemático es el que comprende de 1 a 4 años, en ocasiones son los miembros de la familia los responsables del atragantamiento por desconocimiento, ya que ofrece a los niños determinados alimentos sin ser conscientes del peligro. Esto no quiere decir que los niños deban esperar a cumplir cuatro años para disfrutar de los frutos secos, son un gran alimento que se puede proporcionar a los pequeños en otro formato, por ejemplo molidos y como ingrediente de un pastel o tarta. El principal riesgo son los trocitos que no han sido bien masticados, triturándolos desaparece.

Los especialistas médicos explican que los niños no mastican bien antes de los tres años, por lo que el riesgo de que un trocito de alimento pase accidentalmente a los bronquios o a los pulmones es elevado. Puede darse el caso de que un niño se atragante siendo un adulto testigo, y no pueda eliminar el cuerpo extraño tosiendo y sin embargo, puede seguir respirando, en este caso es recomendable acudir a los servicios sanitarios para realizar una broncoscopia.

En el caso de que el accidente se haya producido sin que un adulto lo haya visto, el cuerpo extraño alojado en el bronquio o el pulmón puede provocar una infección o tos crónica, estos casos son más complicados de diagnosticar. Además, según nos explican aquí, es posible que tras un atragantamiento inicial, el niño no muestre síntomas durante días o meses, la tos crónica y la infección difícilmente serán relacionadas con lo ocurrido días o semanas atrás.

Por ello es importante conocer las maniobras básicas de reanimación en el caso de atragantamiento, además, si se detecta que un niño se ha atragantado, hay que desconfiar de su recuperación, como hemos indicado antes, el cuerpo extraño se puede alojar en un bronquio y pueden pasar varios días antes de que se produzcan complicaciones. Por ello lo mejor es acudir al especialista médico para descartar que se haya alojado un cuerpo extraño en el aparato respiratorio.

Foto | Lars Plougmann

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