Los niños obesos pueden mostrar señales de advertencia de enfermedades cardíacas

Se sabe que la tasa de obesidad se ha incrementado en todos los segmentos de edad de forma significativa, aunque la prevalencia de la obesidad sigue siendo menor en los niños que en los adultos, el incremento en los primeros ha sido superior, siendo casi el doble que el de los adultos. Esto es algo que preocupa a muchos especialistas porque los niños obesos tienen muchos más riesgos de convertirse en obesos adultos, pero además, estos niños son más propensos a desarrollar enfermedades cardiovasculares que los adultos.

Hablando de estas enfermedades, una investigación desarrollada por expertos de del Centro Cardiaco de la Universidad de Leipzig (Alemania), concluye que los niños obesos pueden mostrar señales de advertencia de enfermedades cardíacas. Parece ser que se han encontrado modificaciones en la forma y en el funcionamiento del corazón, delatando que la obesidad afecta de forma directa a este órgano aunque los niños no sufran complicaciones, estos cambios podrían ser un factor de riesgo para que en edad adulta tengan una mayor probabilidad de sufrir diferentes tipos de enfermedades cardíacas.
En la investigación los expertos trabajaron con un grupo de 101 niños con edades comprendidas entre los 9 y los 16 años, se dividieron en dos grupos, 61 niños obesos y 40 niños con un IMC (Índice de Masa Corporal) normal. Se trabajó con electrocardiogramas bidimensionales o 2D con ultrasonido, es un tipo de prueba que ofrece una imagen de la anatomía del corazón en movimiento, mostrando las diferentes estructuras que lo forman. La prueba la realizaron a ambos grupos de niños y compararon la forma, el tamaño y el funcionamiento del corazón, además se analizó la composición química de la sangre de los niños.

Los expertos observaron que el grupo formado por niños obesos tenía una presión arterial más elevada, así como unos valores de colesterol LDL (malo) mayores que los niños con peso normal, el nivel de colesterol HDL (bueno) de los niños obesos era más bajo que el de los niños con un IMC normal. Estas ya son señales de advertencia de que algo no funciona bien en el sistema circulatorio, pero también se encontraron otras señales de advertencia sobre posibles problemas cardíacos, como por ejemplo que las aurículas y ventrículos del corazón eran más grandes y el corazón trabajaba más.

Los expertos explican que los niños son ideales para observar el efecto de la obesidad en el corazón, la razón es que de momento y hasta que no sean adultos, en la mayoría de los casos están libres de enfermedades cardiovasculares relevantes. Muchos problemas de salud que provoca la obesidad se gestan en la infancia, en el caso de los cambios estructurales del corazón, los expertos no tienen muy claro si perder peso podría revertir los cambios sufridos en el corazón, y por tanto reducir el riesgo de desarrollar enfermedades cardíacas cuando sean adultos.

Los investigadores consideran que es necesario realizar nuevos estudios sobre el tema, de todos modos hay que decir que a pesar de la cantidad de estudios que muestran los riesgos de la obesidad infantil, las cifras siguen incrementándose sin parar. Como hemos indicado en otras ocasiones, se debería legislar sobre la composición de los alimentos que comercializan las grandes empresas, no permitir que se vendan alimentos con exceso de azúcares, grasas o sal. Debería ser una de las primeras medidas a adoptar por los gobiernos, pero lamentablemente existen demasiados intereses económicos y éstos están por encima de la salud.

Podéis conocer más detalles de este estudio que hemos conocido a través de Healt Day, en este artículo publicado en la revista Journal of the American College of Cardiology.

Foto | Colros

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