Los niños que juegan con sus padres alcanzan mejor desarrollo cerebral

Happyland recomienda establecer rutinas progresivas con tiempo de juego compartido, que ayudarán a mejorar el autocontrol y la autoestima en los niños.
Happyland, la cadena de centros de entretenimiento familiar líder en Latinoamérica, reunió a las blogueras especializadas en temas de maternidad y las motivó a difundir la importancia de que los padres participen y busquen un tiempo en medio del ajetreo diario para jugar con sus hijos.“El juego es la actividad natural de los niños y niñas. A través del él, aprenden, sociabilizan, maduran y desarrollan sus capacidades. Es por ello que, se hace fundamental que los padres los acompañen y sean parte de ese mundo de diversión para lograr el sano crecimiento de sus hijos; indicó Jessie Alvarado, sub gerente comercial y marketing de Happyland.
Las dinámicas estuvieron dirigidas por la especialista y psicóloga infantil Diana Dávila, quien resaltó la importancia de dar tiempo de calidad y compartir juegos de acuerdo al momento y el espacio, sobre todo en estos meses de vacaciones, en que los niños tienen más horas libres.“Existe una clara tendencia de algunos padres y madres a acudir a los dispositivos móviles como forma de distraer a los niños, pero se olvidan que el juego de interacción es mucho más provechoso a nivel de desarrollo cognitivo, emocional y corporal”, señala la psicóloga. HAPPYLAND recomienda: Lo primero es establecer un horario e iniciar un ‘período de entrenamiento’. Luego, casi sin darse cuenta, todos habrán incorporado este tiempo de calidad a la rutina diaria, con tanta seguridad como comer o dormir. Contribuyendo con ese objetivo, Happyland ofrece una amplia gama de posibilidades en sus 23 sedes en todo el país. Por ejemplo, “Happy Kids”, un espacio que contribuye a la estimulación temprana de nuestros niños hasta los 5 años. El juego compartido siembra confianza, trabajo en equipo, liderazgo y contribuye a la sociabilización de los niños; además de darles una experiencia única con recuerdos memorables.Todo esto repercute en sus relaciones adultas. “Por ejemplo, un niño que crece en un ambiente de confianza y seguridad, en el que se privilegia el amor será un adulto con autoestima fuerte, que podrá detectar con facilidad y rechazar a una pareja que no lo trata con respeto”, añade la experta.
Cabe destacar que en un estudio realizado en 1986 en Jamaica con 129 bebés y niños se demostró que los pequeños cuyos padres recibieron consejos de cómo jugar más con ellos tuvieron mejores resultados, a lo largo de su infancia, en pruebas de coeficiente intelectual, comportamiento agresivo y autocontrol*.