“Los pilares de la tierra” de Ken Follett: nunca es tarde si la relectura es buena

He leído una vez más “Los pilares de la tierra” de Ken Follett, mientras espero su continuación

He vuelto a leer por tercera o cuarta vez (no estoy segura) “Los pilares de la tierra” de Ken Follett. El principal motivo de esta relectura ha sido fundamentalmente que éste es uno de mis libros favoritos de todos los tiempos, pero también lo he hecho porque el autor va a publicar ahora en septiembre un nuevo libro (el tercero) que sigue la estela de “Los pilares de la tierra”. Aunque son historias completamente independientes, tenía la excusa perfecta para disfrutar una vez más de este maravilloso libro de ficción histórica que nunca me canso de leer.  Ahora toca reseñarlo, eso sí, por primera vez en mi blog.

Leí “Los pilares de la tierra” por primera vez un verano de hará unos 12 años y menos mal que estaba de vacaciones porque no podía soltar el libro aunque quisiera. Me prestaron entonces un ejemplar e iba con él a todos lados: piscina, playa, autobús, etc. No recuerdo el tiempo que tardé en terminarlo pero fue mínimo para las más de 1000 páginas que tiene, ya que me resultó totalmente adictivo y la historia me cautivó con una profundidad que pocas han conseguido. Cuando cerré este libro tras la palabra “fin” me embargó una pena infinita debido a que realmente había simpatizado con sus personajes y vivencias y no quería dejarlos atrás. Quizás por eso he vuelto tantas veces a esta historia que narra la vida de sus distintos protagonistas en torno a la construcción de una catedral en un pueblo inglés imaginario, pero en un contexto histórico real encajado en el medievo del siglo XII.  Un maestro constructor que busca la hazaña de construir una catedral junto con su familia, el joven hijo de una mujer salvaje y un ladrón ahorcado, la resolutiva hija de un conde caído en desgracia que debe sobrevivir junto con su hermano a la crueldad de su tiempo y un prior de buen corazón pero que busca cubrirse de gloria proyectando la catedral más hermosa posible, son algunos de los personajes con los que el lector entablará una relación de complicidad mientras los acompaña en los avatares propios de una época llena de pobreza, oscuridad, injusticias, religión, enfermedades y un sinfín de aspectos que otorgan un gran dinamismo a la obra maestra de Ken Follett.

Lo más original de este libro es, sin duda, cómo la construcción de la catedral se convierte en el eje central de la narración y los personajes van evolucionando y viendo cambiar sus vidas conforme se va alzando esta proeza arquitectónica a lo largo de décadas. La tumultuosa sociedad de esta etapa medieval marcada por la pobreza, las desigualdades entre señores y siervos, las injusticias y el temor a la ira de un dios cristiano que otorgaba beneficios a la clase clerical y a la nobleza, aparece retratada con gran esmero y los detalles históricos están cuidados con primor. Aunque gran parte de la narración es ficticia, el halo de verosimilitud que lo impregna todo hace que “Los pilares de la tierra” sea un gran referente de la literatura histórica y una ventana privilegiada a la Europa medieval. Sus personajes están llenos de luces y sombras a pesar de estar claramente definida la dicotomía entre “buenos” y “malos”, con personajes como Jack, Aliena o Philip con predisposición hacia el bien y la lealtad, y otros como Waleran o William a los que el lector odia con toda su alma por sus comportamientos llenos de maldad  y mezquindad. Pero lo mejor de esta obra es que el tiempo pasa para todos los personajes y en algunas ocasiones pone en su merecido lugar a algunos de ellos, aunque también trata de forma injusta a otros. El lector no puede parar de leer para saber qué será de estos personajes que deben enfrentarse a miles de obstáculos para conseguir sus objetivos, amar con el corazón y no por imposición, burlar a las ambiciones de los poderosos o simplemente sobrevivir a los continuos peligros que acechan su existencia como saqueos, incendios, hambrunas, complots, traiciones, etc.

Sospecho que no será la última vez que relea “Los pilares de la tierra”. Pasará mucho tiempo antes de que vuelva a hacerlo, pero lo haré seguro. Por el momento espero con mucha ilusión “Una columna de fuego”, el nuevo libro de Ken Follet que se publica en castellano el 12 de septiembre y en el cual tengo depositadas grandes esperanzas de que será bueno, aunque “Un mundo sin fin” (el libro que sigue a “Los pilares de la tierra”) bajó mucho la calidad con respecto al primero. Si logro tenerlo en mis manos el mismo día que salga a la venta lo empezaré a leer de inmediato y será cuestión de tiempo que pueda traerte mi reseña por aquí. ¡Ya queda menos!

Y tú ¿Has leído “Los pilares de la tierra”? ¿Qué opinas de este libro? ¿Qué libros has leído muchas veces? Cuéntame…

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