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Los principios de la propaganda – Joseph Goebbels

Publicado el 09 diciembre 2015 por Diego Diego F Ospina @DiegO_OzpY

Principio de simplificación y del enemigo único.
Adoptar una única idea, un único símbolo. Individualizar al adversario en un único enemigo.

Principio del método de contagio.
Reunir diversos adversarios en una sola categoría o individuo. Los adversarios han de constituirse en suma individualizada.

Principio de la transposición.
Cargar sobre el adversario los propios errores o defectos, respondiendo el ataque con el ataque. Si no puedes negar las malas noticias, inventa otras que las distraigan.

Principio de la exageración y desfiguración.
Convertir cualquier anécdota, por pequeña que sea, en amenaza grave.

Principio de la vulgarización.
Toda propaganda debe ser popular, adaptando su nivel al menos inteligente de los individuos a los que va dirigida. Cuanto más grande sea la masa a convencer, más pequeño ha de ser el esfuerzo mental a realizar. La capacidad receptiva de las masas es limitada y su comprensión escasa; además, tienen gran facilidad para olvidar.

Principio de orquestación.
La propaganda debe limitarse a un número pequeño de ideas y repetirlas incansablemente, presentarlas una y otra vez desde diferentes perspectivas, pero siempre convergiendo sobre el mismo concepto. Sin fisuras ni dudas. De aquí viene también la famosa frase: " Si una mentira se repite lo suficiente, acaba por convertirse en verdad ".

Principio de renovación.
Hay que emitir constantemente informaciones y argumentos nuevos a un ritmo tal que, cuando el adversario responda, el público esté ya interesado en otra cosa. Las respuestas del adversario nunca han de poder contrarrestar el nivel creciente de acusaciones.

Principio de la verosimilitud.
Construir argumentos a partir de fuentes diversas, a través de los llamados globos sonda o de informaciones fragmentarias.

Principio de la silenciación.
Acallar las cuestiones sobre las que no se tienen argumentos y disimular las noticias que favorecen el adversario, también contraprogramando con la ayuda de medios de comunicación afines.

Principio de la transfusión.
Por regla general, la propaganda opera siempre a partir de un sustrato preexistente, ya sea una mitología nacional o un complejo de odios y prejuicios tradicionales. Se trata de difundir argumentos que puedan arraigar en actitudes primitivas.

Principio de la unanimidad.
Llegar a convencer a mucha gente de que piensa " como todo el mundo ", creando una falsa impresión de unanimidad.

También empleó otras técnicas y métodos, como el de hacer esperar al público alemán por las noticias en tiempos de victoria para crear un fuerte suspense y lograr que, cuando recibieran las buenas nuevas, la alegría fuera más duradera. En 2011 se encontraron varios películas hechas en 3D del Ministerio de Propaganda Nazi. Según el experto en psicología política y de control de masas, el Dr. Leonard W. Doob, Profesor Emérito de Psicología de la Universidad de Yale, en su artículo Principios de la Propaganda de Goebbels, estos son los 19 principios que aplicó Goebbels:

Los propagandistas deben tener acceso a la información referente a los acontecimientos y a la opinión pública.

La propaganda debe ser planeada y ejecutada por una sola autoridad. Este principio seguía la línea de la teoría nazi de la centralización autoritaria, y también del ansia de poder que sentía Goebbels. Pensaba que una sola autoridad - él - debía realizar tres funciones:

  1. Emitir todas las directrices de la propaganda. Todo fragmento de la propaganda debía expresar un contenido político. Indicaban cuándo las campañas de propaganda específicas debían comenzar, cuándo debían ser intensificadas o atenuadas, y cuándo debían terminar. La máquina propagandística nazi estaba sometida a una constante reorganización.
  2. Explicar las directrices de la propaganda a los funcionarios importantes y mantener su moral. Si no se facilitaba una explicación acerca de la política propagandística a aquellos funcionarios que, formal o informalmente, cumplían las directrices, no cabía esperar que actuaran con eficacia y de buena gana. A través de la maquinaria de su organización y a través de contactos personales, Goebbels trataba de revelar la razón de su propaganda a estos subordinados y también de levantar su moral al hacerles ostensiblemente objeto de su confianza.
  3. Supervisar las actividades de otras agencias que tengan consecuencias propagandísticas. Él procuraba facilitar el necesario estímulo propagandístico.

Las consecuencias propagandísticas de una acción deben ser consideradas al planificar esta acción.

La propaganda debe afectar a la política y a la acción del enemigo.

  1. Suprimiendo el material propagandístico capaz de facilitar al enemigo informaciones útiles.
  2. Difundiendo abiertamente propaganda cuyo contenido o tono conduzca al enemigo a sacar las conclusiones deseadas.
  3. Incitando al enemigo a revelar informaciones propias de carácter vital.
  4. Absteniéndose de toda referencia a una actividad que perjudique al enemigo cuando ella pudiera desacreditar tal actividad.

Debe haber una información no clasificada y operacional a punto para completar una campaña propagandística.

Para ser percibida, la propaganda debe suscitar el interés de la audiencia y debe ser transmitida a través de un medio de comunicación que llame poderosamente la atención.

Solo la credibilidad debe determinar si los materiales de la propaganda han de ser ciertos o falsos.

El propósito, el contenido y la efectividad de la propaganda enemiga, la fuerza y los efectos de una refutación, y la naturaleza de las actuales campañas propagandísticas determinan si la campaña enemiga debe ser ignorada o refutada.

Credibilidad, inteligencia y los posibles efectos de la comunicación determinan si los materiales propagandísticos deben ser censurados.

  1. A menudo la censura podía deteriorar la credibilidad y consideraba que: "en tiempos de excitación y de tensión, el hambre de noticias debe ser satisfecho como sea".
  2. La censura era invocada cuando la información concerniente a la culminación de un hecho era insuficiente.
  3. Finalmente, Goebbels evaluaba los posibles efectos de comunicar la información. La censura era aplicada cuando se creía que el conocimiento del hecho podía producir una reacción indeseable en sí misma.

El material de la propaganda enemiga puede ser utilizado en operaciones cuando ayude a disminuir el prestigio de ese enemigo, o preste apoyo al propio objetivo del propagandista.

La propaganda negra debe ser empleada con preferencia a la blanca cuando esta última sea menos creíble o produzca efectos indeseables.

La propaganda puede ser facilitada por líderes prestigiosos.

Los jefes sólo eran útiles cuando tenían prestigio.

La propaganda debe estar cuidadosamente sincronizada.

  1. La comunicación debe llegar a la audiencia antes que la propaganda competidora.
  2. Una campaña propagandística debe comenzar en el momento óptimo.
  3. Un tema propagandístico debe ser repetido, pero no más allá del punto en que disminuya su efectividad.

La propaganda debe etiquetar los acontecimientos y las personas con frases o consignas distintas

  1. Deben suscitar las respuestas deseadas que la audiencia posee previamente.
  2. Deben poder ser aprendidas con facilidad. "Ha de utilizar el blanco y el negro, de lo contrario no resulta convincente para la gente".
  3. Deben ser utilizadas una y otra vez, pero sólo en las situaciones apropiadas. Goebbels deseaba explotar lo aprendido en cosas ya ocurridas; las reacciones aprendidas por la gente frente a los símbolos verbales quería transferirlas, fácil y eficientemente, a nuevos acontecimientos.

La propaganda dirigida a la retaguardia debe evitar el suscitar falsas esperanzas que puedan quedar frustradas por los acontecimientos futuros.

La propaganda en la retaguardia debe crear un nivel óptimo de ansiedad.

La propaganda dirigida a la retaguardia debe disminuir el impacto de la frustración

  1. Las frustraciones inevitables deben ser previstas. Consiste en que una frustración podía resultar menos decepcionante si se eliminaba el elemento de sorpresa o choque.
  2. Las frustraciones inevitables deben ser planteadas en perspectiva. Es dar a los alemanes lo que él llama Kriegsüberblick, es decir, una panorámica general de la guerra. Éstos perderían la confianza en su régimen.

La propaganda debe facilitar el desplazamiento de la agresión, especificando los objetivos para el odio.

Paul Joseph Goebbels

( Rheydt, 29 de octubre de 1897 - Berlín, 1 de mayo de 1945)

Fue un político alemán y ministro para la Ilustración Pública y Propaganda de la Alemania nazi entre 1933 y 1945. Uno de los colaboradores cercanos de Adolf Hitler, era conocido por su oratoria y profundo antisemitismo, que le condujo a apoyar al exterminio de los judíosven el Holocausto.

Aunque aspiraba ser escritor, obtuvo un doctorado en Filosofía por la Universidad de Heidelberg en 1921. Se unió al Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán en 1924, y trabajó con Gregor Strasser en la división norte. Fue nombrado (jefe de distrito) de Berlín en 1926, donde comenzó a interesarse en la propaganda como herramienta de promoción del partido y su programa. Después de la toma del poder nazi en 1933, el Ministerio de Propaganda de Goebbels rápidamente se apropió y controló la supervisión de los medios de comunicación, las artes y la información en el país. Estuvo particularmente atraído en los relativament
e nuevos medios de comunicación, como la radio y el cine, con fines propagandísticos. Los temas de difusión incluían el antisemitismo, los ataques de las iglesias cristianas, y -después del inicio de la Segunda Guerra Mundial - el moldeo de la moral alemana.

En 1943, presionó a Hitler para introducir medidas destinadas a una " guerra total", incluyendo el cierre de los negocios no esenciales para el esfuerzo de guerra, reclutamiento mujeres a la fuerza laboral y de los hombres en ocupaciones previamente exentas en la . Hitler finalmente lo nombró "Plenipotenciario del Reich para la Guerra Total" ( Reichsbevollmächtigten für den totalen Kriegseinsatz), el 23 de julio de 1944, por el que Goebbels emprendió medidas, mayoritariamente infructuosas, para aumentar el número de personas disponibles para la producción de armamentos y la Wehrmacht. Pronunció un elocuente discurso de la guerra total en el Palacio de los Deportes de Berlín, cuando los éxitos iniciales de la Alemania nazi durante la Segunda Guerra Mundial dieron paso a las sucesivas derrotas que condujeron a la caída del régimen.

A medida que la guerra llegaba a su fin y la Alemania nazi se enfrentaba a la derrota, su esposa Magda y sus hijos se reunieron con él en Berlín. Se mudaron al Vorbunker subterráneo, parte del complejo búnker subterráneo del Führer, el 22 de abril de 1945. Hitler se suicidó el 30 de abril y, de acuerdo con su voluntad, Goebbels le sucedió como canciller de Alemania. Al día siguiente, tras la derrota alemana, se suicidó junto a su esposa, después de envenenar a sus seis hijos.

El historiador Peter Longerich, autor de Goebbels: A Biography, además de cuestionar la amistad íntima con Hitler, afirma que se trata de una figura sobrevalorada y que su importancia en el seno del régimen nazi fue menor de lo que se creía (algunas de las grandes decisiones no se le consultaron), y tampoco fue el gran propagandista dominador de las masas que se nos ha hecho creer. Según Longerich, padecía un " trastorno narcisista de la personalidad " que le hacía buscar adictivamente el reconocimiento y el elogio, lo que explicaría su absoluta devoción por Hitler y su obsesión por su propia imagen.

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