Concluimos aquí esta parte de nuestra serie dedicada a presentarte, desde Marchas y Rutas, todos los puertos de acceso a la Meseta desde la parte norte de la Cordillera Cantábrica, y en la que hemos venido hablando del bonito Puerto de La Sía. Y lo hacemos con dos vertientes bastante desconocidas de este coloso que sin embargo tienen un gran interés desde un punto de vista paisajístico, dado que remontan por una preciosa carretera el coqueto valle de Soba.
Ambas comienzan en la localidad cántabra de Regules, justo en una curva a izquierdas que pasa por encima del río Gándara, y ambas comparten gran parte de sus kilómetros de subida. Eso sí, la segunda vertiente es más dura e irregular, al ir remontando todos los metros de desnivel en forma de escalera por carreteras secundarias que van subiendo de pueblo en pueblo, mientras que la primera representa una vía más directa hasta llegar al Alto del Asón, nuestro objetivo final, que nos deja, como recordaréis, a mitad de subida, más o menos, del Puerto de la Sía.
El recorrido es de gran belleza
Ante nosotros tendremos una subida de más de 12 kilómetros de longitud por su .cara más directa, que sin embargo no debe de asustarnos, ya que carece por completo de rampas y tiene una media inferior al cuatro por ciento.
A la salida de Regules iniciamos el tramo más duro, seis kilómetros bastante constantes a una media del cinco por ciento por una carretera tranquila y revirada que va remontando el Valle entre bosques y praderas. Pasamos por diversos pueblos y cruces pero seguimos siempre por la misma carretera hasta pasar el desvío a Aja y, justo después, afrontar un kilómetro de llaneo que nos permitirá recuperarnos de los esfuerzo que hayamos tenido que hacer para llegar hasta allí.
Después entramos en una especia de escalera que irá combinando tramos de subida, siempre bastante suave, sin superar el cinco por ciento, con tramos de falsos llanos e incluso descenso, en tres kilómetros muy amenos en los que pasamos por varios pueblos y barrios. Justo después del desvío hacia Cañeda, precisamente, afrontamos el último kilómetro de la subida, muy constante a casi el cinco por ciento, que nos deja justamente en el cruce hacia el Portillo de la Sía, que cogeremos después de la pequeña bajada que viene del Asó. Desde allí hasta arriba seguimos la carretera habitual de La Sía, de la que nos separan algo más de diez kilómetros.
No te olvides la cámara de fotos
La otra vertiente, ligeramente más larga, es también mucho más explosiva, puesto que combina tramos durísimos a más del 16 por ciento con otros de descenso que hacen que baje la media. Son embargo vamos a tener que enfrentarnos a cuatro kilómetros muy duros con rampones constantes, casi al principio, y un tramo final de casi un kilómetro al diez por ciento. Seguidos de un tramo medio más tranquilo, y tres kilómetros finales donde las rampas vuelven a aparecer y nos espera una subida muy constante por encima del seis por ciento. La carretera por esta vertiente tiene diferentes calidades, dado que cambiamos constantemente de vial, y está perfecta en algunos tramos pero muy deteriorada en otros.
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