Revista Salud y Bienestar

Los quistes y los abscesos de Bartholin explicados

Por Saludconsultas @SaludConsultas

¿Qué es una glándula de Bartholin? Son dos pequeñas glándulas, cada una del tamaño de un cacahuete enterrado en el tejido blando de los labios mayores (los labios exteriores de la vulva). Normalmente no puedes ver o sentir estas glándulas. Ellos secretan pequeñas cantidades de un líquido viscoso grueso. Cada glándula expulsa sus secreciones a lo largo de un conducto corto llamado conducto de Bartholin, en el área justo fuera de la abertura vaginal.

Quistes y abscesos de Bartholin

Cuando algo bloquea el conducto de Bartholin, las secreciones no tienen salida. El líquido grueso se acumula y el conducto se agranda junto con la glándula. Esto se llama quiste de Bartholin. El tamaño varía y estos quistes tienden a aumentar con el tiempo. Es importante señalar que la causa real de la obstrucción del conducto no está clara.

La infección es el siguiente paso. Cuando la bacteria entra en el quiste lleno de líquido, la inflamación intensa, la migración celular y la formación de pus conducen a un absceso. Un absceso de Bartholin a veces puede ser terriblemente doloroso. La fiebre, el dolor labial severo y el enrojecimiento en la vulva son algunas presentaciones comunes del absceso de Bartholin. Alrededor del tres por ciento de todas las mujeres consiguen un quiste o absceso de Bartholin en algún momento durante sus vidas. Las mujeres más jóvenes en sus 20 y 30 años son las víctimas usuales y las bacterias como Staphylococcus y Escherichia Coli son los culpables más comunes.

¿Cuáles son las opciones de tratamiento?

No todos los quistes de Bartholin necesitan tratamiento. La mayoría no causa ningún problema. Algunos deciden por su cuenta y otros progresan muy lentamente. Conseguir verificado por un ginecólogo es esencial para excluir otras causas de grumos en la vulva.

Cistocele, rectocele, uretrocele y prolapso útero-vaginal son otras causas comunes de bultos en la vulva.

Un absceso de Bartholin necesita tratamiento. Los antibióticos y analgésicos alivian los síntomas en muchos casos. Una pequeña cirugía para extirpar el pus es el siguiente paso en casos difíciles. El objetivo es evitar la recurrencia. El médico puede adormecer la región vulvar con una inyección de anestésico local o dar anestesia general.

Los quistes y los abscesos de Bartholin explicados
Los quistes y los abscesos de Bartholin explicados

El primer paso es un pequeño corte cerca de la abertura vaginal para drenar cualquier líquido o pus. Después de que todo el pus sale, el doctor coloca algunas puntadas para fijar el revestimiento interno del quiste a la piel que lo cubre, formando un canal permanente para que las secreciones excesivas de la glándula de Bartholin salgan. Esto se llama marsupialización.

¿Cuales son los riesgos de la cirugía?

Como con cualquier procedimiento quirúrgico, hay algunos riesgos asociados con la marsupialización. El sangrado y la infección son las dos complicaciones más comunes.

El sangrado puede ser inmediato o retrasado. El sangrado tardío del tejido de granulación circundante se presenta como moretones, hinchazón y dolor. Los síntomas pueden variar según la gravedad de la hemorragia secundaria. Una infección empeora el dolor.

Los moretones después de la cirugía pueden sugerir la presencia de trastornos hemorrágicos. En pacientes con hemofilia, la sangre no coagula rápidamente. El sangrado intenso debajo de la piel aparece como moretones.

La anestesia general tiene su propio conjunto de riesgos. El anestesiólogo los explicará antes de la cirugía. En manos experimentadas las complicaciones son raras.

La elección entre la anestesia local y la anestesia general debe seguir una evaluación clínica en profundidad.
Un quiste de Bartholin generalmente no se repite después de un tratamiento quirúrgico exitoso.


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