Revista Opinión

Los refugiados de la Eurocopa

Publicado el 16 agosto 2016 por Juan Juan Pérez Ventura @ElOrdenMundial

El día 10 de junio arrancaba en el Stade de France en Saint-Denis uno de los eventos del verano, la decimoquinta edición de la Eurocopa de Fútbol, siendo Francia esta vez el país anfitrión del torneo y la selección de Portugal la que se alzó con la corona. Sobre las mismas fechas, en el sureste de Europa y en el Mediterráneo se volvían a ver episodios de naufragios de embarcaciones con migrantes y de desplazados que se agrupaban en las fronteras con el objetivo de pisar los territorios de la Unión Europea.

Pocos de los muchos espectadores que disfrutaron del espectáculo de las grandes federaciones del fútbol europeo serían conscientes de que en los planteles de muchos de estos equipos que competían, existen varios jugadores que comparten un pasado similar al de los millones de desplazados que hoy llegan a Europa: la huida de una guerra.

La región de Kosovo y el asilo en Suiza

Uno de los casos que más curiosidad ha despertado es el de los hermanos Xhaka. Diversos diarios deportivos del continente salían con la llamativa noticia de que por primera vez en el torneo dos hermanos se enfrentaban directamente. Granit Xhaka, que recientemente firmaba su traspaso por el Arsenal londinense, defendía la escuadra suiza, mientras que su hermano mayor Taulant Xhaka debutaba en el torneo con la selección albanesa.

Los hermanos Xhaka, en el campo vistiendo las elásticas de Albania y Suiza
Los hermanos Xhaka (Taulant a la izquierda y Granit a la derecha), en el campo vistiendo las elásticas de Albania y Suiza. Fox Sports

La familia Xhaka, de origen albanokosovar, se vería obligada como muchas otras familias a trasladarse a la confederación helvética, la cual a finales de los años 90 se mostró solidaria a la hora de dar cobijo a los habitantes de esta región después de los sucesos políticos y bélicos que se llevaron a cabo en Kosovo. Taulant y Granit crecieron juntos en Basilea, pero responderían de manera distinta a la llamada de los seleccionadores de la federación de fútbol de cada país.

Y es que la selección de Albania cuenta con hasta nueve jugadores que nacieron o se criaron en Suiza. Ejemplo de ello es su capitán Lorik Cana, mientras que el cuadro helvético fue sin duda el más multicultural del torneo, dado que 14 de los 23 seleccionados tienen ascendencia extranjera o nacieron fuera del país, cinco de ellos con raíces albanokosovares.

Xherdan Shaqiri posee este perfil. Nacía en Kosovo en 1991 y de niño se traslada a Suiza con su familia para escapar de la guerra que desmembraba Yugoslavia y que apenas acababa de estallar. Al igual que los hermanos Xhaka, se formaría como futbolista en Basilea y posteriormente firmaría por el Bayern de Múnich, logrando en el año de su contratación un repóquer de títulos con la escuadra bávara para ser dirigido posteriormente por Pep Guardiola. Xherdan actualmente milita en el Stoke City, en la Premier League inglesa, y destacó en el torneo por ser autor de uno de los mejores goles de la Eurocopa. Algunos de sus compañeros de selección como Valon Berhami, jugador del Watford o Admir Mehmedi, jugador del Bayer Leverkusen, también nacieron en comunidades albanesas de Kosovo y Macedonia durante el periodo yugoslavo y acabarían jugando en la liga profesional suiza.

La Guerra de los Balcanes: Croatas refugiados

La Guerra de Yugoslavia creaba a finales de los años 80 y principios de los 90 el mayor éxodo de refugiados europeos desde la Segunda Guerra Mundial. También las repúblicas de Croacia y Bosnia veían cómo cientos de miles de sus ciudadanos se desplazaban a países de Europa Occidental para evitar ser espectadores de la brutal contienda.

Luka Modrić en el centro de refugiados. Fuente: Marca
Luka Modrić en el centro de refugiados. Fuente: Marca

Luka Modrić, un futbolista que antes de llevar la batuta del mediocentro del Bernabéu sufriría las consecuencias del conflicto en su Croacia natal. El joven Luka abandonaba su hogar en Obracovać tras la muerte de su abuelo a manos de oficiales serbios y de que su padre se alistara a las filas de la armada croata. En un improvisado centro de refugiados, el Hotel Kolovare de la ciudad de Zadar, Modrić conviviría con su madre y decenas de familias de la región dálmata.

Un ojeador de la zona visita el centro y descubre el talento del joven refugiado, al cual transfiere al Dinamo de Zagreb y que tras una breve estancia de un año en Bosnia para cumplir con su servicio militar, triunfa en el campeonato croata. Su historia posterior es más conocida. El Tottenham Hotspurs británico se hace con sus servicios y tras unas temporadas de muy alto rendimiento, el Real Madrid ficha al mediocentro croata, siendo en el conjunto madridista donde se corona dos veces como campeón de Europa.

Dos de sus compañeros de selección, los defensas Vedran Corluka y Dejan Lovren huyeron de la guerra en el momento en el que el conflicto azotaba la República Srpska y la ciudad de Sarajevo estaba siendo bombardeada. La familia de Lovren huye hacia Múnich mientras que la familia de Corluka encuentra en la capital croata de Zagreb un lugar donde restablecerse. Ambos se forman en las escuelas del Dinamo de Zagreb y posteriormente se lanzan a la Premier League británica. Lovren llega al Liverpool después de su paso por el Southampton y de competir en Champions League con el Olympique de Lyon francés. Corluka, por su parte, ficha por el Manchester City y posteriormente comparte camiseta con Luka Modrić en el Tottenham Hotspurs, un equipo que fue apodado como “Crottenham” en su momento por la prensa inglesa debido al gran número de jugadores de esta nacionalidad que vestían la elástica de White Hart Lane. Pese a que sus lugares de origen hoy pertenecen a territorio bosnio, los dos futbolistas escogieron jugar para Croacia por las raíces de sus familiares.

Bosnia-Herzegovina y los niños de la guerra

La selección de Bosnia y Herzegovina no compitió en el torneo europeo, pero es famosa en el mundo del fútbol por ser la escuadra de “los niños de la guerra”. En julio de 1995 se produce en Srebrenica uno de los mayores crímenes contra la humanidad que se recuerdan en la reciente historia de Europa. El general Ratko Mladić y su ejército convierten esa pequeña localidad bosnia colindante con Croacia en el escenario de una masacre de ciudadanos musulmanes. Muchos de los futbolistas que hoy juegan para esta selección fueron testigos de estos acontecimientos a muy temprana edad, y esta generación creció huyendo del conflicto o permaneció en el territorio entre disparos y proyectiles.

Entre estos jóvenes futbolistas destaca el reciente fichaje de la Juventus, Miralem Pjanić. Miralem, junto con su familia, salen de la ciudad bosnia de Tuzla para refugiarse en Luxemburgo, y es en Francia donde se hace un lugar en el mundo del fútbol, militando en el Metz y el Olympique de Lyon. Los hinchas del Real Madrid recuerdan con dolor la eliminación del equipo merengue en cuartos de Champions en el Santiago Bernabéu tras un gran gol de Pjanić.

Su compatriota Edin Džeko, con el que compartiría vestuario en la AS Roma, se vio obligado a abandonar Sarajevo después de que una bomba cayera en el campo de entrenamiento donde jugaba y viera fallecer a muchos de sus compañeros. Tras este lamentable suceso huyó a Alemania y en las filas del Wofsburgo debuta en la Bundesliga. Posteriormente el Manchester City se fijaría en él, desembolsando 30 millones de euros para llevarlo al campeonato inglés.

Edin Džeko y Miralem Pjanić jugando con el AS Roma. Fuente: DailyMail
Edin Džeko y Miralem Pjanić jugando con el AS Roma. Fuente: DailyMail

En la Premier inglesa compite también el portero Asmir Begović. El guardameta abandonó Bosnia camino de Stuttgart, sin embargo, el gobierno canadiense le otorga asilo y en Edmonton empieza a competir profesionalmente. De hecho, antes de recibir la llamada de la selección absoluta de Bosnia, Begović competía en las categorías inferiores de la selección de Canadá. Tras varias campañas exitosas en el Portsmouth y el Stoke City en Premier League, Begović recala en las filas de un grande de Europa, el Chelsea londinense.

Suecia y Austria

Curioso es el caso de Suecia, una nación que en la actualidad posee uno de los sistemas de acogida de refugiados más grandes en Europa, por sus normas de asilo y que guarda una tradicional recepción de inmigrantes –en su día fueron refugiados balcánicos, húngaros y checoeslovacos–. Dentro del plantel sueco encontramos a Emir Kujović, atacante nacido en Bijelo Polje unos años antes de la guerra y que en la actualidad es territorio montenegrino. Cuando la Guerra de Yugoslavia estalla en 1992, su padre fue reclutado por el ejército serbio y Kujović abandona Montenegro para establecerse en Suecia, donde obtiene la nacionalidad y elige competir con la selección escandinava. Kujović comparte delantera con una de las mayores estrellas del panorama futbolístico actual, el flamante nuevo fichaje del Manchester United, Zlatan Ibrahimović. Pese a que Zlatan Ibrahimović posee raíces familiares bosnio-croatas, su familia no fue refugiada de guerra sino migrante económica a finales de la década de los setenta. Zlatan nace en 1981 en la ciudad sueca de Malmö y debuta en el equipo que lleva el nombre de esta misma ciudad. Ibrahimović se convertiría en una de las figuras más mediáticas de este deporte tras fichar por el Ajax neerlandés y competir por toda Europa coleccionando títulos y galardones.

Actualmente en las selecciones europeas hay un número considerable de ex-refugiados
Actualmente en las selecciones europeas hay un número considerable de ex-refugiados

Austria es otra selección multiétnica y que posee varios jugadores de ascendencia extranjera, tanto europea como africana. Durante la Guerra en los Balcanes, cerca de 90.000 refugiados se reubicaron, por su proximidad, en territorio austriaco. Varios de los futbolistas que juegan en sus filas son descendientes directos de estos desplazados, o fueron refugiados cuando eran niños. Zlatko Junuzovic, centrocampista del Werder Bremen, nace en Loznica, una ciudad de la actual Serbia en la frontera con Bosnia y que abandonó al estallar la guerra para trasladarse a vivir en diversas localidades de Austria. Finalmente se instaló en Graz, cerca de la frontera con Croacia y comenzó su carrera profesional en la primera división de este país, recibió la nacionalidad y quiso vestir los colores del conjunto austriaco a modo de agradecimiento por la solidaridad ofrecida con su familia. En la ciudad austriaca de Linz nació el mediocampista croata del Real Madrid Mateo Kovacic, sin embargo, este regresa a Croacia para formarse como jugador del Dinamo de Zagreb antes de saltar a las filas del Inter de Milán y al club madrileño.

Los refugiados africanos

Uno de los referentes de la selección belga es el delantero Christian Benteke. Este jugador nace en Kinshasa, la capital de la actual República Democrática del Congo, que antiguamente recibía el nombre de la República del Zaire. A principios de los 90, los rebeldes congoleños se alzan contra el dictador Mobutu, haciendo estallar una guerra civil. A la par, con el genocidio que se da lugar en Ruanda y Burundi entre las tribus de hutus y tutsis, se provoca una fuga de millones de refugiados en la región de los Grandes Lagos. En medio de esta crisis humanitaria, el gobierno belga decide otorgar protección internacional y asilo a ciudadanos de la antigua colonia del Congo belga, siendo Benteke y su familia trasladada a Lieja. Es ahí, en Bélgica, mientras jugaba en el FC Genk, cuando sedujo con sus remates a los ojeadores británicos y tras pasar por el Aston Villa, Benteke recala en el Liverpool.

Dejan Lovren (Croacia) y Christian Benteke (Bélgica), refugiados de guerra y jugadores del Liverpool. Fuente: Telegraph
Dejan Lovren (Croacia) y Christian Benteke (Bélgica), refugiados de guerra y jugadores del Liverpool. Fuente: Telegraph

Algo similar vivió Steve Mandanda, portero del cuadro francés en esta Eurocopa y reciente fichaje del Crystal Palace londinense, también nacido en Kinsasa y trasladado cuando tenía dos años de edad a la región de la Alta Normandía francesa. Se asentó en Évreux, pero debuta en primera división en Le Havre para posteriormente custodiar la portería del Olympique de Marsella y ser internacional con el seleccionado galo en la Copa del Mundo de 2010 en Sudáfrica.

Otros jugadores del continente africano con infancias en zonas de combate y que después de serles concedido un estatuto de refugiado hoy compiten en la Premier League son Victor Moses, del West Ham United y Saido Berahino, del West Bromwich Albion. El primero llega a Inglaterra como refugiado político después de que en 2002 se declarara la Ley Islámica en Nigeria y su padre, ministro cristiano del gobierno por entonces, fuera brutalmente asesinado. Barahino. por su parte, recibe protección internacional junto con su madre después de estar meses viviendo en el campamento de refugiados que administraba el Alto Comisionado de Naciones Unidas de apoyo al Refugiado (ACNUR) en Burundi durante el conflicto entre las tribus de hutus y tutsis. Barahino es embajador de ACNUR y forma parte activamente de las campañas en defensa de los derechos de los refugiados.

La figura del refugiado y el papel inclusivo del deporte no resulta un tema tan novedoso. Estos son sólo algunos de los ejemplos protagonistas de inmigrantes que recanalizaron su vida utilizando el fútbol como vehículo en la nueva sociedad del país que les otorgó acogida. Tras la huida de un conflicto bélico o la persecución de un conflicto armado en sus países de origen, muchos de los refugiados no sólo obtuvieron la nacionalidad del país receptor, sino que también vistieron orgullosos sus colores.


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