Revista Cultura y Ocio

Los resucitadores

Por Mientrasleo @MientrasleoS
Los resucitadores
     "Zombi
     Del criollo de Haiti zombi, quizás de or. africano occid.
     1. m y f. Persona que se supone muerta y reanimada por arte de brujería con el fin de dominar su voluntad.
     2. ad. Atontado, que se comporta como un autómata."
      Real Academia Española
     Hace ya años que Stephen King nos hablaba en su libro Cementerio de Animales de un lugar en el que los muertos resucitaban. Y, como la realidad y la ficción parecen echar carreras y los zombis se han puesto de moda, parece que ahora los zombis han evolucionado hacia los mundos literarios. Y no, no hablo de esos zombis que ya podemos ver hace tiempo en las librerías y que son, pobrecitos, muertos vivientes que arrastran sus cuerpos malolientes en busca de un cerebro (conozco gente así, incluso de los que huelen bien). Esta vez, es el mundo editorial el que tira de fichero y, cual cementerio de animales, decide resucitar a personajes que vivieron y dejaron de contar sus historias. Parece que han olvidado una de las máximas de la literatura que es encontrar personajes inmortales, que sobrevivan en el tiempo cual Quijote o Hamlet, y han decidido aplicar ellos una fórmula resucitatoria basada en a saber qué intereses posiblemente pecuniarios, o de listas de ventas, o tal vez tirar de la nostalgia de sus lectores. A saber.
      El caso es que llevamos un tiempo de resucitaciones no del todo acertadas, en segundas partes tardías, cambios de autor, sagas que de repente se retoman y otras maniobras con las que no estoy del todo de acuerdo. Y es que, señores, los personajes también tiene derecho a una muerte digna. Y, como lectora, reivindico su derecho. No me gusta que me cambien la voz, que me toquen al muerto, que me lo paseen, me lo modernicen y le apliquen su toque personal. Y tampoco me gustan los imitadores, aquellos que se esfuerzan en deformar su estilo para adaptarse al del original sabiendo que jamás llegarán a alcanzarlo para quienes un día siguieron la trayectoria de este o aquel personaje. Porque asumamos una cosa: es una faena el encargo.  Estar a la altura, sacar a Salander otra vez, a Holmes, a Bond... o esos famosos 26 que intentaron continuar lo escrito en El mago de Oz. Y yo me pregunto, si la literatura es un ejercicio de imaginación en el que el escritor despliega un mundo ante los ojos del autor, ¿qué necesidad hay de remakes, postmakes y otras historias? Entiendo los fanfic de quienes continúan para ellos mismos estas historias, pero no la resucitación por encargo. Si ya llevo regular encontrarme determinados perfiles en twitter de autores ya difuntos, y me quedo perpleja ante la cantidad de inéditos en cajones que aparecen día tras día, ahora ya no me llega la vida para saber quién escribe cada cosa. Porque esa es otra, os voy a plantear un problema de difícil resolución. Si tengo una biblioteca en la que coloco los libros por autor y las sagas bien juntitas, ¿en qué lugar coloco a ese autor que tiene sus propios libros y luego continúa otra saga? O un paso más, ¿y si ese autor que tiene su propia saga también fallece y luego otro lo continúa que había tenido su propia obra? ¿Dónde queda ahora la colocación de índice alfabético de autores? Un poco de orden, por favor. Y un poco de respeto a quienes dejaron de asomar a las páginas de los libros, no les demos por muertos porque, cada vez que alguien abre un libro que protagonizan, el personaje vuelve a la vida. Y una vez que se cierra, ese mundo sufre una especie de stand by a la espera de que otro lector, en cualquier parte del mundo, de aliento a ese personaje. Y ese aliento no es para resucitarlo, no. Es, simplemente, el aire que se mueve al pasar las páginas del libro.
     Y vosotros, ¿qué opináis de estas sagas que continúan con distintos nombres?
     Gracias.
     PD. Y no me he metido con los zombificados clásicos, porque esa es otra historia sobre la que opinaré en otra ocasión (como decía Ende).

     "Lázaro, levántate y anda."

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