El Síndrome de Diógenes es una enfermedad que no fue identificada como tal hasta los años 60-70 del siglo XX. Se estudió a partir de la observación de diversos casos de personas mayores que tenían comportamientos muy huraños y vivían muy encerrados en sus casas evitando el contacto social.
El Síndrome de Diógenes afecta principalmente a ancianos y sus síntomas se manifiestan principalmente en su conducta: se aíslan de la gente encerrándose en su casa y descuidándose a la vez ellos mismos, su higiene y la de su domicilio. Viven de manera voluntaria en la pobreza porque aunque tengan mucho dinero no son conscientes de ello y acostumbran a acumular cantidades inmensas de basura en su hogar.
El tratamiento de las personas que sufren Síndrome de Diógenes no es fácil. En principio se instauran una serie de acciones para que superen su mal estado alimenticio e higiénico y sus posibles complicaciones pero el problema viene cuando se intenta que el cuadro no vuelva a repetirse ofreciéndoles un apoyo social que suelen rechazar. Si no están incapacitados por algún problema psiquiátrico o demencia es muy difícil evitar que estos enfermos vuelvan a este tipo de vida.
Si bien este síndrome aparece en ancianos con cierta tendencia de base al aislamiento sí es verdad que la soledad y factores como la muerte de un familiar o las dificultades económicas pueden favorecer su desarrollo. Es importante que los familiares controlen de alguna manera indirecta la evolución de las personas mayores que muestran cierta tendencia a la reclusión social, aunque les resulte muy difícil dada su especial aversión a recibir atenciones.
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