Revista Espiritualidad

Los sofistas cobran por enseñar

Por Josep Pradas
Los sofistas cobraban por las clases que impartían, cosa que ningún filósofo había hecho hasta entonces, pero sus precios se ajustaban proporcionalmente a la riqueza de sus alumnos. Sobre las cantidades que cobraban por sus enseñanzas hay diversas controversias. En términos generales, cobraban unas 3 minas (300 dracmas) por año o curso, que es lo que podría ganar un artesano en ese mismo tiempo. De modo que sólo los pudientes podían permitirse costear semejante educación. No eran precios populares, pero ya no era imprescindible ser un aristócrata para recibir una formación intelectual muy superior a la tradicional (ver referencias: Platón, Gorgias519c; Menón89e, 91b y 95b; y el texto sofista Discursos dobles6, 7). Hay que añadir que el hecho de vender su producto intelectual emparentaba a los sofistas con los artesanos y los profesionales liberales, tipos independientes al servicio de la ciudad, que son el fundamento social de la democracia.Se entiende que los honorarios de los sofistas fueran elevados, ya que los alumnos acompañaban al maestro en sus desplazamientos, y éste corría con los gastos y la manutención de aquellos. Este acto de pagar por aprender puede simbolizar el reconocimiento del nuevo valor de la actividad intelectual (se aprecia mejor este aprendizaje que cuesta un dinero y por tanto un esfuerzo, que aquél que es gratuito, comenta Filóstrato en Vida de los sofistasI 10, 4), en unas nuevas circunstancias, aunque de alguna manera supone también una restricción del acceso a una educación superior, pues sólo quienes pudieran pagar podían entrar en ella, pasando por encima de las limitaciones de la educación tradicional.
Dada la amplitud de sus intereses intelectuales, parece evidente que su preocupación crematística fue, más bien, de orden secundario. No hay que olvidar que, como metecos, no tenían otros medios de ganarse la vida en Atenas que comerciar, es decir, vender sus conocimientos. Esta actitud les valió las críticas de puristas como Platón (que no necesitaba vender sus conocimientos para sustentarse porque era un rico aristócrata).

Volver a la Portada de Logo Paperblog

Dossier Paperblog