Revista Cultura y Ocio

Los tres nombres del lobo

Publicado el 31 marzo 2014 por Carmencano Carmen Cano Díaz @LibrosEscondido

Los tres nombres del lobo

Una novela que narra un viaje interior: una mujer que busca conocerse a sí misma. Desde la refinada sensibilidad árabe al ímpetu vikingo, en una travesía personal, íntima, en la que se abrirán nuevos paisajes, conocerá otras lenguas, costumbres, el placer de una gastronomía diferente, bailes, vestimentas, el despertar de los sentidos.

Una novela que narra la educación de los sentimientos, el aprendizaje de la sensualidad, el descubrir del erotismo, la invención del apasionado desenfreno. Un viaje para trazar un camino único, el recorrido del propio destino.

“–A veces yo también deseo devorarte para que formes parte de mí, para tenerte en mi interior y protegerte de todo, para sentirte más cerca, para que seamos uno. Sé que lo que sentimos no es corriente; es algo diferente, más fuerte, más caótico, más intenso; casi sobrenatural.”

Cuando me hice con esta novela había leído ya bastantes reseñas que la ponían por las nubes. Aunque me hice con ella hace bastante he tardado en leerla. No sólo he tardado porque tenía muchas novelas pendientes sino porque quería llegar a ella sin expectativas y sin prejuicios. Últimamente con las novelas que ponen por las nubes, tengo un problema y es que me suelen disgustar porque no cumplen todas las expectativas. Así que por eso espere. Lo poco que sabía de la novela es que era una novela histórica, basante intensa y con un protagonista masculino que no dejaba indiferente a nadie. Estos ingredientes llamaron mi atención.

He devorado la novela. Me ha durado apenas un par de días. Nunca imagine que me pudiese gustar tanto. Al prinicpio me costo entrar en materia. La novela comienza con la progonista acudiendo a un psiquiatra para una sesión de hipnosis. El psiquiatra la ayuda a encontrar su vida pasada, y es esta vida pasada la que cuenta la novela. La forma de adentrarnos en épocas históricas distintas me ha parecido original. Partir del mundo contemporáneo para descubrirnos que nuestra protagonista creció en el Toledo medieval, y de ahí viajar a la Sevilla musulmana y adentrarnos en las tierras vikingas del norte, es cuanto menos original y atrayente. Hasta ahora no habíamos encontrado una narración de este tipo en la novela romántica española. O por lo menos yo no habia leído nada parecido.

La historia de Leonora, Shaala o Freya, es desgarradora, intensa, se te mete bajo la piel y no puedes parar de leer hasta que conoces el final de la historia. Leonora es una joven con unos ojos cautivadores que vive en el Toledo medieval. Es una joven hermosa, bien educada que proviene de una familia pudiente. Llama la atención de muchos jóvenes entre ellos Rashid, un joven árabe de familia rica y comerciante. Es así como pasa a ser Shaala. Una joven esposa musulmana que aprende a amar a su marido, aprende el significado de la pasión y ama sin condiciones y con total entrega. Sin embargo, nuestra protagonista pronto aprende que el mundo no es de color de rosa y que el mundo musulmán esta lleno tanto de claros como de grises que amenazan tormenta. Se encontrará con una competidora, Amina, que ve en ella todo lo que no puede tener y tanto ansía. Amina hará todo lo posible por hacerle la vida imposible y lo conseguirá. De esta manera Leonora se convierte en Shaala, una joven cristina pasa a ser una joven esposa musulmana que debe bregar con tradiciones que no comprende, y que tiene que compartir a su esposo con una mujer que la odia, la maltrada y la hace la vida imposible.

Nuestra pequeña protagonista se convierte en mujer, una mujer fuerte, con la determinación de mantener a su lado al esposo que tanto ama. Sin embargo, las circunstasncias la harán todavía más dura, más fuerte y aprenderá muchas cosas para sobrevivir. En un viaje a Sevilla es secuestrada por los vikingos, un pueblo del norte con una sociedad totalment distinta, mucho más salvaje. Una sociedad tan salvaje como las tierras inhospitas en las que habitan. Allí Shaala pasa a ser Freya, una joven esclava que conocerá las penurias, las bejaciones, se crecerá ante ellas y conocerá a Gunnar un guerrero que a pesar de sus reticencias se le meterá en la sangre, bajo la piel y al que amará hasta sus máximas consecuencias.

La historia de Freya es una autentica delicia. He de reconocer que he disfrutado muchísimo con la historia de las aventuras de esta mujer que ha conocido tantos mundos distintos y sociedades tan dispares. Aunque cuando más he disfrutado es con Freya y Gunnar. Su historia es dolorosa, desgarradora, pasional, desenfrenada, sensual. Todos los personajes me han encantado, incluso los que le hacen la vida imposible a la pareja, y sobre todo a Freya estan realmente bien creados. La ambientación tamibén me ha parecido muy buena. Uno de mis miedos con estas novela es encontrarme incorrecciones históricas o incoherencias que consigan que no disfrute plenamente de la novela. Pese a mis miedos, esto no se ha producido. A mi parecer la historia esta bien documentada, la ambientación esta bien cuidada. Las descripciones de Toledo en aquella época son bastante aproximadas a la realidad así como Sevilla y otras ciudades que se mencionan en la novela. Me han atraído muchísimo las descripciones sobre las tierras vikingas, no sólo de los espacios naturales sino también de la sociedad vikinga tan distinta en apariencia a la sociedad musulmana y castellana.

La historia de amor entre Rashid y Leonora aunque al principio me parecio bonita, después me parecio enfermiza. Rashid resulta ser un hombre que dice amar mucho a Shaala pero al que le puede la riqueza y que no duda en casarse con otra mujer para acrecentarla. Shaala lleva muy mal compartir a su marido, algo comprensible desde el punto de vista de la cultura occidental. A pesar de que la historia de amor entre estos dos personajes me parece hermosa en un principio, me deja de gustar cuando Rashid muestra ese comportamiento tan enfermizo. Sin embargo, me ha parecido mucho más intensa, sincera y bella la historia de Gunnar y Freya. Dejando de lado que la secuestra y se la lleva a las tierras del norte, a pesar de la tierra salvaje en la que vive, Gunnar hace lo posible para ganarse el corazón de Freya. La evolución de esta relación me ha parecido preciosa y espléndida a la vez que desgarradora y dolorosa. No soy muy llorona pero reconozco que esta novela ha conseguido emocionarme y sacarme alguna que otra lagrimita.

El final de la historia también es sorprendente. No me esperaba que acabara de esa manera, pero me alegra que tenga ese final tan espléndido y lleno de ternura y pasión. Sin duda es una novela que recomiendo. Me ha gustado mucho y ha sido una grata sorpresa.


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