“Los tres secretos del samurái”, de Blanca Álvarez. El valor de una campesina dispuesta a todo para cambiar su destino

Título: Los tres secretos del samurái

Autora: Blanca Álvarez

Editorial: Espasa Narrativa (Planeta)

ISBN: 978-84-670-1383-2

Páginas: 416

PVP: 19’90€

Puedes comprar el libro aquí

Sinopsis: En un tiempo y en un lugar en los que ser mujer era siempre una condena, una muchacha pobre y poco agraciada se sobrepondrá a su destino. Ambientada en el Japón del siglo XVIII, Los tres secretos del samurái cuenta la historia de Tomiko, quien, siendo apenas una adolescente, marcha de su casa con el propósito de librar a su hermana pequeña de un matrimonio de conveniencia con un hombre aborrecible. En su camino, la muchacha encuentra a seres mágicos que se ofrecen a ayudarla, aunque a cambio de un alto precio. Para salvar a su hermana, la joven decide ponerse a su merced, renunciar a su identidad y convertirse en Susanô, el samurái del dragón. Como guerrero, Tomiko vivirá innumerables aventuras y conocerá a dos hombres que marcarán su destino: el valiente Shuzai y Hanzaburo, el hijo del zorro.

[Cita pág. 56]

Un camino para el cual no contaba ni con mapas, ni con aliados, ni siquiera con las fuerzas necesarias. Salvo la fuerza inagotable del amor a su hermana.

En su cabeza, tan sólo un dato: debía caminar hacia el sur, atravesar las montañas que cerraban los dominios de Yamato, atravesar los desfiladeros de Okayama, llegar hasta el estrecho de Shimonoseki, enfrentar las montañas de Nagasaki…

No regresaría hasta haber desviado la desgracia de los hombros de Chikako.

Ignoraba cómo.

Ignoraba dónde.

Ignoraba el precio a pagar.

Ignoraba los sacrificios.

Incluso ignoraba si ella, una campesina fea, encontraría el modo de cambiar el curso del destino.

Su única certeza era su disposición para pagar, con su alma y su vida si fuera necesario, el precio para pagar la felicidad de su amada hermana, el único ser que la amó.

Ser mujer ha sido en casi todas las épocas y en todos los lugares del mundo una lacra y una lucha constante para sobrevivir. Dándole más valor al hecho de nacer hombre, si se nacía mujer se esperaba que al menos ésta fuese bendecida con el don de la belleza. Un don que, a pesar de que podía salvar a una mujer de la pobreza gracias a un buen matrimonio, sin embargo era también una condena.

Partiendo de esta premisa, en Los tres secretos del samurái conoceremos la historia de Tomiko, una campesina pobre y fea cuyos padres y hermano repudian prácticamente desde su nacimiento. Tan sólo ha contado con el cariño de una sola persona, la única que la ha amado tal y como es: su hermana pequeña Chikako. Por este motivo, cuando Tomiko se entera de que el futuro marido de su adorada hermana es un ser despreciable que reúne los peores vicios del ser humano, hace acopio de todo el valor que tiene para emprender un viaje desde Yamato hasta Nagasaki para poder liberar a su hermana de un matrimonio que le arruinará la vida.

Por el camino, Tomiko se topará con varios seres sobrenaturales que la ayudarán a cumplir con su objetivo. Tsuchigumo, la Dama Araña, será su benefactora y quien ayudará a la pequeña campesina a cambiar su destino, pero haciendo un pacto con ella y obteniendo algo a cambio: el hombre de quien Tomiko se enamore. Un precio que, al menos al principio, le parece muy insignificante comparado con lo que desea. La ayuda de Kamakura, el monje shinto que la entrenará en el arte de la guerra y en el juego del go, y de Kawahime serán indispensables para la transformación que experimentará Tomiko para convertirse en Susanô, el Samurái del Dragón.

En su camino para conseguir su propósito, contará con la ayuda de dos indispensables amigos: la de Shuzai, su compañero de armas en el campo de batalla, y la de Hanzaburo, el Hijo del Zorro, un arquero medio humano medio ser sobrenatural. Fieles a su amigo, ambos seguirán a Susanô y lo ayudarán en su lucha por liberar a Chikako del compromiso. Y, a raíz de los lazos que los tres van estrechando, el corazón femenino de Tomiko camuflado en el cuerpo del samurái Susanô, empezará a latir fuertemente por uno de sus compañeros. Un sentimiento que va más allá de la camaradería y el respeto, algo completamente desconocido hasta ahora, empezará a despertar junto al miedo a que Tsuchigumo se cobre su deuda.

Como si de una leyenda de valientes guerreros samuráis y de seres mitológicos se tratase, Blanca Álvarez nos cuenta en Los tres secretos del samurái cómo una simple humana, con todo en su contra y sin más fuerza que el amor a su hermana, es capaz de nadar a contracorriente para cambiar el curso de su destino. El viaje que emprende Tomiko para salvar a Chikako es un viaje de superación y de lucha constante, no solo contra el destino sino también contra su condición de mujer y de humilde campesina. A lo largo de la historia, Tomiko va madurando y creciendo como persona gracias a sus experiencias y todo lo que le van enseñando los diferentes personajes –tanto humanos como mágicos– con los que se va topando.

Sin embargo, la novela tiene un punto que la diferencia de las historias al uso: en vez de encontrarnos con la típica hermosa dama en apuros que es rescatada por un honorable samurái, aquí la heroína es una mujer humilde que no sabe nada de la vida, ni de luchas, ni de hombres. Lo único que la incita a seguir adelante es el amor a su hermana. Así que para conseguir su propósito debe partir de cero e iniciar un duro proceso de aprendizaje que la transformará al completo.

Los tres secretos del samurái es una novela apasionante y adictiva llena de aventuras y personajes admirables y mágicos. El ritmo de la narración es ágil y mantiene al lector expectante desde la primera página hasta la última. Las aventuras de Tomiko y el amor en el que se debate pero que por desgracia no puede pronunciar por temor a Tsuchigumo añaden un plus de interés a la trama. La autora ha hecho un trabajo considerable a la hora de documentarse para escribir y ambientar la novela, aunque hay ciertos puntos que a los más entendidos en cultura japonesa no se nos escapan (¿Oda Nobunaga en el siglo XVIII?). Obviamente no estamos ante uno de los novelones de Eiji Yoshikawa, pero es una historia amena y entretenida que cumple con creces su función de divertir y hacer pasar un rato agradable al lector, y lo que tiene a su favor es que está escrita como si alguien nos contara una antigua leyenda oriental. Una leyenda oriental diferente y atractiva que hoy os recomendamos con entusiasmo y que seguro os hechizará con su tono.

Sobre la autora

Blanca Álvarez nació en Cartavio, Asturias. Hija y nieta de hombres del mar, licenciada en Filología Española por la Universidad de Oviedo y diplomada en Trabajo Social, terminó dedicándose al periodismo. Autora de varios libros para el público infantil y juvenil, ha recibido diferentes premios, entre ellos, el Ala Delta, el Apel·les Mestres, el White Rabens, el Anaya y el de la Critica de Asturias.

Redacción: Mariona Rivas Vives