Revista Diario

Los uniformes, un gran invento

Por Sandra @sandraferrerv
Los uniformes, un gran inventoMe ha costado encontrar un título para esta entrada, que no fuera demasiado simple como "Los uniformes" ni nada muy complicado. Al final me he decidido por este, así, cuando lo leáis ya podéis intuir hacia que lado se decanta mi opinión al respecto.
Estos días de inicio de curso se habla de material escolar, libros, zapatos, ropa para el colegio y un largo etcétera de cosas que necesitan nuestros pequeños para empezar las clases. Y todo ello, claro está, termina en una conclusión sencilla: debería haber una paga extra en septiembre para comprar todo ese "kit de supervivencia estudiantil".
Os podéis imaginar, después de leer el título del post, que mis hijos llevan uniforme para ir al cole y que estoy encantada por eso. Es cierto que mucha gente critica el elevado coste que puede tener una pieza del uniforme que si no llevara el logotipo de la escuela sería muchísimo más barato. Sí, es cierto. Pero os aseguro que, aun así, sigue siendo más económico que si tuviera que comprar la ropa a mi elección, la cual, no creo que fuera tan recia y resistente como la ropa de los uniformes. Pequeña Foquita, que, si por si no os habéis enterado, empezó la guardería la semana pasada, ha heredado los chándals de su hermano. A pesar de haberlos lavado en infinitas ocasiones, tan sólo algunas bolillas demuestran que ya los ha usado Bebé Gigante. ¿Sabéis la de dinero que me ahorrado? Bastante.
Hay gente que está en contra de los uniformes diciendo que no evitan las diferencias ni que ayudan a que los niños se concentren en el estudio. Quizás no, lo cierto es que no tengo datos para rebatir estas argumentaciones pero os aseguro que es la cosa más cómoda del mundo. Como madre, cuando llega la locura de la mañana, en lo último que quisiera tener que perder el tiempo sería en escoger qué ropa ponerles. O que ellos escogieran, que es peor. Si el lunes tuve una discusión con Bebé Gigante porque quería escoger él la ropa interior (no por nada, pero se quería poner uno de cuando tenía dos años menos), no me imagino si el resto de prendas de vestir fueran a elección.
Yo no creo que los uniformes tengan el objetivo de hacer de todo el mundo seres iguales. Efectivamente, el pelo, los zapatos, el abrigo, la mochila, el reloj (los más mayores) y un sinfín de accesorios hacen a una persona diferente de la de al lado. Pienso que es únicamente una cuestión de comodidad y de identificación con el colegio y con el acatamiento de sus normas, de la misma manera que nadie rebate por qué un presidente del gobierno tiene que ir con traje y corbata a los actos institucionales o que un minero lleve su traje de trabajo.
Otra cuestión polémica es cuando entra en juego el tema falda y pantalón. Si las mujeres nunca en su vida privada llevaran faldas y la hubiéramos desterrado por completo del mundo pues sí, me parecería mal que obligaran a las estudiantes a llevarla. Pero seguro que luego en la calle también se ponen. Al menos yo he visto unas cuantas.
Creo que es buscar la puntilla para hacer de los colegios que llevan uniforme centros "carcas" o retrógrados. Y yo creo rotundamente que no.
Bueno, en conclusión, que yo estoy muy contenta que mis hijos vayan al colegio con uniforme. Yo también lo llevaba, no era muy afortunado, no nos vamos a engañar, pero tampoco fue una fuente de traumas infantiles. Al contrario. Cuando llegué al instituto y tuve que vestirme de calle cada día, fue un auténtico suplicio.

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