LOS VESTIDOS BLANCOS SON PARA EL VERANO · Outfit

No entiendo el verano sin un vestido blanco (o varios).

Imprescindibles para un día de playa, para el terraceo, para un paseo bajo la luna, para comprar el pan... ¡No puedo vivir sin mi vestido blano!

LOS VESTIDOS BLANCOS SON PARA EL VERANO · Outfit

Es como el uniforme de verano, me entra alegría sólo de ponérmelo, porque sé la de planes maravillosos que me esperan con él.

Este en concreto tiene un par de temporadas y ya está para el arrastre, aunque en la fotografía no se aprecie. Lo malo del blanco, como ya sabes gracias a nuestra amiga del futuro, es que amarillea o se pone grisáceo, y este vestido de Primark, por 13 € que costó, no iba a ser menos, le dejaremos que pase este último verano con nosotros, aunque sea para ir a la playa (o a caminar 10 km como este día... jajajajajajaja) y ya el año que viene veremos qué hacemos con él.

Pero es que es tan mono... con ese escote "shoulder-out", tan sexy y favorecedor para las que somos de hombros estrechos... ese volantito dulce y coquetón, eses troqueladito que huele a verano... ¡es ideal! Ya estoy pensando en el día que deba reemplazarlo y me entra penita, aunque de momento lo explimiré hasta el fin de los días, aunque me deje el sueldo en blanqueador... (si me pagaran aquí iría el emplazamiento publicitario de la marca, pero como no es el caso, ponemos el genérico, como el paracetamol... jajajajajajaja).

Así de divina me puse yo, en las mini vacaciones, para vivir un día idílico en una playa virgen, donde había un bonito faro... empezamos nuestro camino, a las 11.30h de la mañana (sin provisiones, sólo con una botella de 1.5 l de agua fresquita, gracias a David, si fuera por mí, hubieramos acabado mendigando agua a una de las 5 o 6 personas con las que nos cruzamos en los casi 10 km que andamos... jajajajajajajaja)... la cuestión es que empezamos a andar, estábamos alucinando con el paisaje..."¡mira, allí está el faro! ¡Qué pasada, no hay nadie (ni nada)! ¡Parece una playa de supervivientes! ¡Hazme una foto! ¡el faro no está tan lejos, ¿verdad? Yo quiero llegar hasta el faro..."

Cuando llevábamos 2 km le propongo a David parar y disfrutar de esa playa virgen y esplendorosa, allí mismo, a cualquiera que fuera la distancia del faro pero ¡ay amiga!, ya era demasiado tarde, habíamos emprendido el camino hacia el Faro, y ahora había que llegar hasta el faro así que... seguimos el camino, remojo de pies, foto en las dunas y "¡mira como pía ese pájaro!, ¡el faro está más cerca!, ¡mira, por allí viene alguien en bicicleta!, ¡un espejimo! ¡qué pasada, qué fuerte! ¡quiero bañarme! ¡tengo sed! ¡qué calor!" jajajajajajajajajaja y así 5 km...

Y sí, lo hice con este vestido y una sóla bandelette puesta, jajajajajaja (mírate el vídeo si quieres que tu vida cambie como cambió la mía desde que las descubrí). Cuando llegamos al Faro, nos bañamos, chapoteamos, charlamos, hicimos fotos (con un bikini muy monoo que te enseñaré próximamente), bebimos agua, grabamos y emprendimos el camino de vuelta porque... ¡ay señoras! Eran las 2 de la tarde y teníamos un hambre feroz (recuerda que no habíamos cogido nada para comer y aquello era una playa virgen...), suerte que en el desayuno nos habíamos zampado unos bocadillos con beicon incluído y tuvimos gasolina suficiente para hacer los 10 km (5+5), ¡madre del amor hermoso!

La vuelta la hice sin vestido, en bikini y pareo remojándome cada 500 metros para no rozarme, entre la crema de sol y el agua del mar tenía lubricación suficiente...

Al llegar el coche me puse otra ropa, mujer previsora vale por dos dicen (y parece que yo sólo soy previsora en cuanto a ropa se refiere, que es lo único que hubieramos comido en caso de "supervivencia"...) me cambié porque el vestido estaba hecho un cristo con tanta duna y tanto despliegue artístico jajajajajajaja pero eso también te lo enseño otro día ;)

Espero que disfrutes del paisaje, del look, de las fotos y de nuestra compañía 💓

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