Mira es una ilustradora de cuentos infantiles incapaz de superar la muerte de su prometido dos años después del trágico suceso; la manera que encuentra de consolarse es enviar mensajes de texto al móvil del fallecido. Los SMS son recibidos por el nuevo propietario del número, Rob, un crítico musical que prepara con cierta desgana un artículo sobre la cantante Céline Dion y al que también se le hace cuesta arriba superar la ruptura de su relación anterior. Los mensajes románticos despiertan el interés de Rob, que se propone conocer a la emisora de los mismos.
Love again sigue los patrones más trillados del género de la comedia romántica: un chico y una chica jóvenes, muy guapos, con empleos cuquis, con pisos estupendos en Nueva York, castos e indudablemente ñoños, y rodeados de personajes secundarios simpáticos que aportan el alivio cómico para endulzar tanto sentimentalismo y que se conforman con su función de dar la réplica a los protagonistas para que estos hablen de sus emociones. Todo ello hilado desde la estructura dramática más vieja y previsible del mundo: chico conoce chica - chico pierde chica - chico recupera chica. 
Hasta en lo más recóndito del catálogo de películas románticas de Netflix podemos encontrar títulos que intentan salirse un poquito de esta retahíla de estereotipos, o bien porque uno de los dos protagonistas es algo más cínico, o bien porque ambos deben vencer una incompatibilidad de caracteres, o bien porque existe entre ellos algún conflicto de más peso que superar la muerte del novio anterior o no haber dicho toda la verdad respecto a la forma en que se conocieron. Sin embargo nada de esto ocurre aquí y, para más inri, a pesar de su extrema convencionalidad y de su total planitud argumental y narrativa, Love again ni siquiera se trata de una idea original sino de un remake de la producción alemana SMS für dich (Un mensaje para ti) de 2016.El único elemento que saca a la película de la más mediocre sucesión de lugares comunes es la presencia de la célebre Céline Dion interpretándose a sí misma, o más bien al personaje mediático creado y proyectado por ella misma, e introduciendo de esta manera un curioso juego de espejos entre la película, las canciones de la estrella pop y la realidad. 
Tras dos décadas de ostracismo y de ser considerada uno de los máximos iconos de lo hortera y de lo anti-cool, por fin se diría que hemos superado el largo empacho producido por la omnipresencia mediática durante los años 90 de la música de la cantante quebequense, en particular de My heart will go on, el tema principal de Titanic. Rodeada de fans que alzan la cabeza orgullosos, Dion resurge con fuerza y asiste triunfante al éxito de su biopic Aline (2021), y de la amnistía ofrecida por la crítica musical y por la clase dominante en el ámbito cultural, plasmada oficialmente en el recomendable ensayo Música de mierda, provocador título dado por los editores españoles a un libro llamado originalmente Let's talk about love, Hablemos de amor, el álbum de más éxito de Dion, y que hubiera sido también un excelente título para esta película.
Aunque Love again aporte poco o nada al género de la comedia romántica, en cambio sí resulta una cinta de mención obligada en cuanto a las relaciones entre el cine y la música pop. Dion no solo se interpreta a sí misma, sino que interactúa con los protagonistas de la película a la manera de un hada madrina, mezcla de celestina, confidente y coach experta en cuestiones sentimentales, dando a entender que ese es el rol que aspira a adoptar con los fans de su música. La simbiosis entre las canciones de la estrella y el guion de la película es total. Ambos carecen de complicaciones y ofrecen con gusto a su público lo que este espera: una exaltación del amor romántico y del sentimentalismo sin freno ni temor a caer en la cursilería.
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- ##check## Lo bueno
- Ofrece exactamente lo que se espera de ella por parte de los incondicionales de la comedia romántica.
Vehículo perfecto de lucimiento y celebración de la música de Céline Dion. - ##times## Lo malo
- No tiene ningún elemento destacable para quien no sea fan del género ni de Céline Dion.
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- Intérpretes 6.0
- Los protagonistas, Priyanka Chopra y Sam Heughan, resultan tan guapos como sosos. Los secundarios, por su parte, tienen pocas ocasiones de lucimiento, con la excepción, naturalmente, de Céline Dion. Las evidentes limitaciones de la cantante como intérprete cinematográfica, más que resultar un inconveniente, aportan un plus de autenticidad.
- Argumento / Guion 5.0
- La trama no puede ser más plana, sin giros ni sorpresas. Todo ello coherente, eso sí, con el universo y la temática de las canciones de Dion, gran estrella de la película.
- Dirección 6.0
- El director, James C. Strouse, cubre mínimos pero no demuestra un gran repertorio de recursos narrativos ni consigue hacer brillar ni dar énfasis a los actores ni a la historia.
- Entretenimiento 8.0
- El uso de los temas de Céline Dion es, por supuesto, el punto fuerte de la película. Evidentemente esto supondrá un inconveniente o incluso una tortura para algunos, pero la compenetración y la coherencia entre la música y la trama son innegables.
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- Puntuación Total 6 / 10
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