Love Won’t Save You – Crayon Fields

No ocurre muy a menudo; en realidad sucede en muy contadas ocasiones: uno de pronto escucha una canción de un grupo del que jamás había oído hablar, y en cuestión de segundos el disfrute da paso al asombro, y el asombro a una parálisis que no le deja a uno más que escuchar, y es como si todo lo demás desapareciera. Atónito, con la gloriosa sensación de estar siendo atravesado por una lanza de pura luz: así es como me sentí la primera vez que escuché esta gloriosa “Love Won´t Save You“, de los australianos Crayon Fields.

Aquello ocurrió exactamente el pasado 13 de septiembre: un mes largo ha transcurrido tan solo desde aquella mañana, y sin embargo cómo iba  imaginar entonces que a día de hoy sería poseedor de dos discos de los de Melbourne (comprados con urgencia adolescente a través de Discogs a una tienda australiana, y remitidos a mis ansiosos brazos desde aquella otra punta del mundo), habría publicado una entrada sobre las sobresalientes canciones en solitario de su líder y principal compositor, y contaría con la certeza de haber descubierto uno de esos grupos que llegan, se te plantan en el pecho, y ya sabes que no se irán. Porque Crayon Fields no es ni remotamente la sensación de la temporada; más bien uno de esos grupos que han venido para quedarse.

Ojo,  que releyéndome puede dar la impresión de que hablo de un grupo con un sonido totalmente definido e identificable, y lo cierto es que no es así, o al menos del todo. Los australianos fueron algo así como uno candoroso grupo de twee-pop en su primer disco, apuntalaron su perfil más cercano a The Zombies (¡The Zombies!) en su segunda aparición, y para este tercer disco aún se han permitido la elaboración de una nueva identidad. Lo que ocurre con Crayon Fields es que, incluso habiendo evolucionado tanto en lo referente en su sonido, lo que han hecho siempre lo han hecho maravillosamente bien. Escuchad “Back, Front, Side, Low, High” del seminal “Animal Bells“. Probad ahora con “Mirror Ball“, la delicia con que arrancaba su segundo disco (“All The Pleasures Of The World“, 2009), dejad que los ojos se os llenen de lágrimas con esa voz (llegada a nosotros desde -ejem- el mismísimo paraíso) que canta “Voice Of Paradise“. Decidme ahora, si podéis, que Crayon Fields no son  vuestro nuevo grupo favorito…

“No One Deserves You” supone mucho más que el regreso de la banda australiana, tras un hiato de casi 6 años. Quizá sea la influencia de la música desarrollada por Geoffrey O’Connor en solitario, pero es como si a los exquisitos ingredientes antes reseñados aún se hubiera sumado un suave acento jangly (Qué punteos de guitarra los de “She’s My Hero“, qué cosa más bonita, por el amor de Dios) y un glorioso giro sintético, que tiene en este tema de hoy a su más digno representante. El resultado es -me parece- espectactular: el sonido del grupo nunca había sonado tan grande, tan seguro de si mismo, tan vibrante. Las primorosas melodías se combinan ahora con riffs de sintetizador por lo que los Future Islands matarían, las canciones tan pronto hacen pensar en unos A-ha con guitarras (vamos, a estas alturas no voy a seguir repitiendo lo de que me chifla el primer disco de A-ha, pero si ya lo sabeis todos…) como evocan a los grupos del mejor indie británico de los ochenta.

Respecto a esta “Love Won’t Save You“, simple y llanamente me vuelve loco. La canción encarna como ninguna ese salto (exactamente, de dos décadas) que parecen haber dado los australianos, sin abandonar en modo alguna la intuición melódica  y la elegancia con que comenzaron, pero entregados definitivamente al brillo de los teclados.  Romántico, resignado, melodramático: el título definitivo para lo que parece ser un giro definitivo hacia la madurez, quizás más meláncolica, pero también más emocionante.

Publicado en: RevelacionesEtiquetado: 2015, Chapter Music, Crayon Fields, Future Islands, Indie Pop, No One Deserves YouEnlace permanente1 comentario