Revista Ciclismo

Luis León cumple con su idilio con el Tour

Por Toni_delgado @ToniDelgadoG
El murciano logra en Foix la cuarta etapa de su carrera en el Tour tras deshacerse del resto de fugados  

Luis León cumple con su idilio con el Tour

Luis León festeja la primera victoria española en el Tour - EFE.

Los imprevistos rompe esquemas y muchas veces generan confusión y falta de soluciones o al menos falta de repidez para ejecutarlas. Confundidos estaban Izaguirre, Sagan, Casar y Gilbert: uno a uno se miraron y hablaron para ver qué hacía el resto, para ver si alguno se animaba a impedir lo que estaba sucediendo, que a once kilómetros de la meta en Foix el quinto fugado, aquel que acababa de llegar de la mano de Gilbert, lanzase un ataque que no fue contestado. Tras probarlo en Le Toussuire y de repetirlo en Le Cap d'Agde, Luis León Sánchez (Mula, Murcia, 1983) cumplió con su tradición, con su idilio con el Tour en Foix. Se escapó de los escapados para poder disfrutar en solitario de las últimas pedaladas de la que acabó siendo su cuarta victoria en la ronda francesa, tras las de Aurillac (2008), Sant Girons (2009) y Saint Flour (2011), y la primera española. Lanzó besos al cielo, se santiguó y volvió a señalar y a dedicar su victoria, como hace siempre, a su hermano Luis León, fallecido en un accidente de tráfico en 2005. Luis León se lo dedicó a toda su familia en general, “que casi siempre nos apoya en todo”. También en lo que estaba siendo un Tour difícil para él y para su Rabobank, desmantelado por los abandonos, hasta el punto de que “sólo quedamos cuatro” entre los 162 que sobreviven en la prueba. El último en abandonar fue Kiserlovki, el más perjudicado de la patética ocurrencia de algún espectador –o más bien boicoteador del espectáculo– de poner clavos en el camino, en la ascensión al Mur de Péguére. Hubo más de 30 pinchazos y Evans acumuló tres. Pidió con insistencia al BMC que le proporcionase una rueda trasera nueva y llegó su compañero Cummings, que también había pinchazo... Y a Evans le colocaon la de Moinard, pero volvió a pinchar. Y luego tuvo problemas con la delantera. Rolland quiso aprovechar la situación para escalar puestos en la clasificación y llegó a tener dos minutos de margen sobre el grupo del líder, Wiggins, y de su Sky, que una vez alcanzado el francés quiso ralentizar el ritmo para que Evans no se viese perjudicado por la bobada de algunos en un día precioso, “redondo” para Luis León, consciente de que en un final al sprint poco o nada tenía que hacer con Sagan, segundo por segundo día consecutivo. Fue sincero el murciano: “Teníamos en mente arrancar de lejos, era la única oportunidad”.  

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