Luisa se estrella contra su casa

Foto: Nadia Mastromauro
Luisa habita en un mundo introvertido; un mundo cuyo exterior sólo se presentifica para materializar las ilusiones que le permiten sonreír de vez en cuando, a pesar de no ser ésta su actividad más común. Dentro de su casa Luisa no está tan sola; no. Disfruta de la intermitente compañía de Pedro, su ex-pareja, ya muerto desde hace tiempo a causa de un descuido letal mientras manejaba su moto. Su acotado círculo íntimo se completa con la presencia de "Odex", un revivido y servicial frasco de limpiador anti-grasa adquirido en la góndola del supermercado Coto. Cerrado así ese pequeño círculo, del lado de afuera ha quedado el vecino: un joven anestesiado por el constante rasguido de una guitarra que invade la tranquilidad de este pequeño mundo fabricado por ella. El sonido de la radio y las visitas al supermercado se suman como únicas vías de contacto con el mundo exterior. Un emparchado remedio contra el dolor y la soledad.
Y así vive Luisa: en un mundo de ficciones y recuerdos, desde que Pedro la abandonó a un puñado de creaciones mentales que resignificaron ese rejunte de desgracias arraigadas en la soledad de lo cotidiano. Y justamente en ese mundo cotidiano, casi completamente suprimido de su conciencia, habita su vecino: el único ser efectivamente real, cuyo resabio de mundanidad corroe la seguridad de las ilusiones creadas por Luisa, atestiguando con el sonido monótono de su guitarra la penosa existencia de lo que se intenta ignorar: que la fantasía del existir, tarde o temprano, se tropieza de cara con la realidad que pretende evitar.
Cada elemento presente en la obra narra su propia versión de la historia a la vez que se integra con la totalidad que la conforma: la particular escenografía creada con cajas de cartón, los movimientos de la iluminación, los significativos silencios y las palabras de los personajes, junto a toda sugerencia brindada de manera tácita. Luisa se estrella contra su casa es una obra sensible, muy original, dotada de una gran tristeza acompañada de un suspiro esperanzador. Una obra imperdible, de principio a fin.
Lamentablemente el domingo 27 de junio se realizó la última función. Estaremos muy atentos a futuras reposiciones.
Dramaturgia y dirección: Ariel Farace.
Elenco: Luciana Mastromauro, Guido Ronconi, Matías Vértiz, Juan Manuel Wolcoff, Raúl/Ramón/Alfredo.
Teatro: Espacio Callejón, Humahuaca 3759, reservas: 4862-1167.
Función: Sábados 21hs.
Localidades: $35 y $20.-