Luna nueva…y llena de todo por crear

Era una noche de luna nueva, presente pero invisible. En la que todo está dispuesto para empezar de nuevo desde la negra noche, desde el vacío del Universo que hay que crear, como fe seguramente la primera noche de la Creación…

El gato, algo cansado, andó por las vacías calles sin sombras hasta su tejado favorito, en el que se subía cada noche para contemplar la luna amada y para soñar…

Ya en su tejado cerró sus felinos ojos y empezó a soñar. Vió a su reina, feliz con sus pequeños retoños jugando frente al mar. Vio sus sonrisas y oyó sus voces mientras reían y corrían por la playa, chapoteando con sus pies en el agua del mar. Vió sus ojos de felicidad, esa que tanto añoraba sentir cerca…

Y el gato sonrió, viendo su felicidad. Y abrió de nuevo sus ojos, puso atención y creyó oír el agua del mar y sus risas, en ese mismo mar que acogió siempre sus mejores momentos y emociones, ese mar que compartía aún en la distancia con ella, ese mar inmenso lleno de felicidad!

Y el gato comprendió que la vida son siempre ciclos que empiezan y acaban, manteniéndose lo esencial, que no es necesario cerrar los ojos para soñar y que la felicidad se encuentra en cualquier parte cuando llevas el corazón abierto de par en par y sientes en tu interior que el amor te hace vibrar!