No pretendía una ruptura con la Iglesia católica, sino una reforma, pero los vientos de la historia hicieron que de la pugna religiosa se pasara a la lucha por el poder y a los campos de batalla, que ensangrentaron Europa. Y al final, al nacimiento de una nueva rama del cristianismo, y a un cambio radical en la esfera del pensamiento.
Fuente: La VanguardiaMás información