Madres blogueras y marcas.

Cumplo tres requisitos para hablar sobre madres blogueras y marcas: soy consumidora, soy madre y soy bloguera. El tema es que ya no soy novata ni como consumidora, ni como madre, y me atrevería a decir que ya ni como bloguera.

Como consumidora me inicié hace años cuando gastaba gran parte de mis primeros sueldos en mí misma y mis primeros caprichos; es normal ser una excelente consumidora cuando dejas de depender de tus padres y empiezas a recibir remuneración por tu trabajo. Te das los gustazos de una novata asalariada. Claro, que cuando una empieza a adquirir responsabilidades entorno a una familia, en torno a un hogar, eso deja de tener sentido. Empiezas a consumir de forma más selecta para un común más allá de mí misma. Así que ahora consumo más por otros que para mí misma y soy mucho más responsable.

Como madre consumidora tengo la experiencia de nueve años. Y eso es mucho aprendizaje. Si hubiera hecho un listado de mis gastos como madre primeriza, y como madre repetidora después de ocho años, os digo que la diferencia sería ¡sensiblemente impresionante! IMPRESIONANTE.

Los motivos… pues principalmente porque al principio crees que todo es necesario y luego llega tu hijo y te hace ver que de necesario había bastante menos de lo que tú creías. Porque una compra con el corazón creyendo que tu hijo lo necesita, y luego llega la realidad que te demuestra que un niño es mucho más natural que todo lo artificial que lo rodea. Y cuando el niño crece descubres que, además de cubrir sus necesidades, necesitas enseñarle a reconocer cuáles son también sus “necesidades necesarias” y sus “necesidades innecesarias” para forjar un espíritu crítico de cara a la sociedad actual.

Y como madre consumidora bloguera… ¡qué dolores de cabeza me da siempre este tema! He pasado de tener una idea basada en el desconocimiento, a seguir una corriente, y ahora mismo creo que voy a radicalizarme.

Esta entrada me la inspiró una conversación que inició mi hijo el otro día y que os compartía en Facebook:

He pensado mucho sobre este tema; he modificado además mis pensamientos al respecto, y creo que:

• Si hay una comunidad delicada a la hora de relacionarse con las marcas es la comunidad de madres blogueras. No olvidemos que antes de blogueras somos madres y transmitimos con nuestras palabras muchos valores personales, familiares, educativos… Cuando una mamá bloguera (papás blogueros también, disculpad mi sesgo) habla de una marca debe saber que no solo la está dando a conocer entre sus lectores, sino que está aportando algo más importante a esa marca: el valor añadido de esa bloguera (su transparencia y confianza con sus lectores, su influencia sobre algo en lo que ella cree y que utiliza con sus hijos…) No sé si eso es tenido en cuenta por la marca, pero empiezo a creer que lo que buscan en nosotras es obtener seguidores a través de nuestros blogs en sus redes sociales… Para ello solo me baso en observar la proliferación de sorteos en blogs de maternidad donde se pide como requisito compartir en redes sociales, hacerse seguidor… Pero vamos a ver: ¿qué forma más simple, fácil, económica y bien aceptada de conseguir seguidores, no? Porque además no seleccionan un blog al que paguen por ello, sino que eligen muchos y sin tener en cuenta sus características propias y personales, individuales… Con lo que luego nos vemos todas las blogueras de maternidad tratadas como un único grupo, cuando en realidad somos una comunidad de madres diferentes, que se complementan, pero que no tienen por qué tener los mismos intereses. Un blog, una relación con la marca. No me gusta ver las mismas campañas repetidas una y otra vez. Ni son creativas, ni libres, ni me aportan nada. Es como cuando un determinado canal de televisión me pone 15 minutos de publicidad seguida: dejo de ver hasta sus programas. Pues eso me está pasando con los blogs de maternidad. 

• El tema de los sorteos tal y como se gestiona actualmente ya no solo es que no me guste, es que me ha radicalizado en mi desmarque por muchas razones. Y se me ocurren muchas de mucho peso. Así que a mi entender mejor sería que la marca pague a la bloguera y ésta haga ya lo que estime conveniente con ese pago (se lo quede, se gaste ella lo que quiera en un sorteo donde solo ella y sus lectores ganen, o haga reparto, me da igual) Eso es más libre, más sano y con muchos menos intereses de los existentes ahora. Ahora con los sorteos hay demasiados intereses, y se me antoja que gana más la marca que la bloguera., y más nosotras que nuestros lectores. ¿Pero de verdad la marca cree que eso es una campaña efectiva para su publicidad? Creo que quizá al principio puedo surgir por parte de las blogueras para dar vidilla al blog y premiar a los lectores, pero también creo que se ha viciado ya y necesita de una renovación. Al menos a mí no me consiguen como consumidora así. Y luego usar ese sistema para toda marca… pues tampoco me parece justo para ellas. Hay pequeños emprendedores que podrían recibir un trato mucho más creativo por nuestra parte, mucho más sentimental, mucho más individual… ¡Ellos lo valen!

• Además, lo gratis no se valora, y no lo digo yo, lo dice la vida… Una bloguera no solo dedica tiempo al blog, dedica cariño, dedica parte de su privacidad, dedica atención a sus lectores, dedica su experiencia… y lo hace en su mayoría, gratis. Gratis para sus lectores, pero gratis para nadie más. A la mayoría de madres blogueras el blog no nos sale gratis en muchos sentidos. No trabajo blogueando gratis para nadie más que para mis lectores. Pero sí ofrecemos una imagen al lector de conseguir algo gratis de nuevo con los sorteos… ¡que no es gratis!, que están dando sus datos a la big data… Los concursos no tienen tirón. Si hay que esforzarse para conseguir algo ya no hay interés. Se me antoja que esto en los blogs de maternidad es contraproducente… ¿Eso enseñamos a nuestros hijos?

• Nuestros lectores nos conocen. Saben más de lo que simplemente escribimos. Ellos sí valoran esos otros aspectos que os comentaba. Se hacen una idea de cómo somos, y de qué tipo de vida familiar llevamos o cómo educamos… y seamos sinceras: pongamos o no que un post es patrocinado o no, si compran algo que recomendamos lo hacemos llevadas por nuestras emociones como madres (no se olviden que yo también soy lectora de blogs), y por lo que la bloguera supone para nosotros.

Así que la actual relación con las marcas cada vez me interesa menos si no se produce un cambio. Cambio que no va a venir de las marcas, interesadas en lo barato y efectivo que le sale el actual sistema establecido; el cambio solo puede venir si somos las blogueras las que cambiamos nuestra visión. A mi entender para valorar el trabajo de la bloguera, y para que sea más justo (y no me refiero únicamente a nivel económico, sino a nivel creativo, a nivel individual, a nivel de pensar en el lector, a nivel de esfuerzo…) hay muchas cosas que hay que cambiar en nuestro concepto como madres blogueras. ¿Ahora mismo solo seguimos en la fase de obtener seguidores? Se me antoja que reflejamos mucho de lo que querríamos cambiar para nuestros hijos… Vamos a lo fácil, a lo accesorio, a lo artificial. ¡Somos madres antes que blogueras! ¿Qué imagen transmitimos? ¿Qué gana el lector tal y como estamos haciendo las cosas? Mucho menos de lo que debería ganar. Si perdemos de vista la perspectiva de cambio social que ofrecemos el colectivo de familias blogueras, seguimos manteniendo el mismo sistema del que nos lamentamos que se tengan que enfrentar nuestros hijos. Cuidemos a nuestros lectores como lo hacemos con nuestros hijos. En nuestras relaciones con las marcas mostramos una imagen de la familia que somos. Valorémonos. Tomemos el control, y un control con intereses más sanos donde todos ganemos.

¿Me he quemado a lo bonzo como bloguera? ¿Tú qué opinas? ¿Como lector de blogs de familia, qué buscas encontrar?