Maldita Fibromialgia…

De todos los pacientes que he visto a lo largo de mi experiencia profesional, puedo afirmar que el más incomprendido por el entorno social es el paciente afectado por Fibromialgia. Estas personas sufren la amargura de padecer un problema que no se aprecia como enfermedad, y en cualquier caso la mayoría son etiquetados de "depresivos" o "ansioso-depresivos", cuando no de simuladores o cuentistas.

La Fibromialgia es un Síndrome, no una enfermedad, pues se define por un conjunto de síntomas que agrupa a determinados enfermos, principalmente dolor osteomuscular generalizado, cansancio, insomnio, migrañas, problemas menstruales, etc. Afecta más a las mujeres, y frecuentemente se asocia a insomnio y otros trastornos funcionales, por lo que se asemeja a cuadros de ansiedad o depresión.

La fibromialgia no se diagnostica con Rx o análisis de sangre, pues son normales. El diagnóstico está basado únicamente en la presencia en el paciente de un número mínimo de síntomas compatibles con el síndrome. La aparición y exacerbación de los síntomas está intensamente influida por factores psicológicos y sociales. En cualquier caso, la mayoría de los pacientes sufren de una constelación de síntomas donde destaca el dolor intenso y constante que afecta a muchos aspectos de la vida física, emocional y laboral, pudiendo ser un problema extraordinariamente invalidante.

El tratamiento farmacológico suele ser decepcionante. Y al respecto del uso de Terapias Alternativas, hay que decir que los pacientes afectos llegan a emplear todo el elenco de técnicas, desde Masajes, a Osteopatía, pasando por Dietoterapia, Shiatsu, Homeopatía, Flores de Bach y llegando hasta el Reiki, la Meditación o Terapias de Hipnosis... Ni que decir tiene que también pasan por la Acupuntura. Todas, en mayor o menor medida, ayudan, pero ninguna por sí sola logra resolver el problema. Como siempre digo, las terapias-milagro no existen.

A pesar de que el Instituto Nacional de Salud de EEUU afirmaba hace ya bastantes años que una de las condiciones más satisfactoriamente tratables con la acupuntura era el dolor del SOMA (Sistema Osteo-Músculo-Articular) y por tanto la Fibromialgia, mi experiencia inicial empleando exclusivamente acupuntura fue bastante frustrante.

El tiempo y los consejos de pacientes y buenos amigos me enseñaron lo que hoy defiendo a capa y espada, y es que aunque parezca evidente, el tratamiento de cualquier problema, y más la Fibromialgia o el Cáncer, deben de ser total y totalizador, empleando todas las herramientas terapéuticas que tengamos a nuestro alcance. La combinación de masaje, Reiki, hipnosis y acupuntura sin agujas, ofrece excelentes resultados y logra disminuir el dolor en buena medida. Pero sin duda, es el apoyo y la comprensión de amigos y familiares lo que reduce los síntomas espectacularmente. Empecé a "perder el tiempo" explicando y convenciendo a los cercanos lo que es realmente la enfermedad, y las consecuencias que tiene sobre los síntomas del paciente la incomprensión, la culpabilización y la incredulidad de los familiares y amigos cercanos.

A partir de entonces, comencé a trabajar más a gusto logrando unos resultados totalmente satisfactorios en algunos casos, con remisiones sintomatológicas impresionantes, y sobretodo me hizo aprender dos cosas: que había que ampliar la sala de espera de la consulta y que la única terapia-milagro que existe, es el valor de los sentimientos.

Dr. Gimeno Gascón. Masterapias.com