Preste atención a estos síntomas, porque quieren decir que su negocio está en peligro:
Fondo operativo inadecuado o insuficiente.
Registros atrasados que impiden la verdadera función de la contabilidad.
Desatención a los estados económico-financieros.
Imposibilidad para controlar los costes.
Abandono de la formación y entrenamiento de sus empleados. Da lugar a habilidades de trabajo inadecuadas.
Falta de planificación.
Escasos controles internos que puedan contribuir al fraude.
No vender suficiente.
Falta de precaución en la gestión de crédito a clientes.
Desestimar el consejo profesional de externos.