Revista Diario

Mamá cansada, mamá cargada, mamá enfadada...niños sobrecargados

Por Myriam Cabanillas
En este enlace de Mitele , podéis ver el capitulo nº138 de la 7ª temporada de "Mujeres desesperadas",.
En él, a 13 minutos del final , Lynnette tiene una conversación con su hija que me hizo tragar saliva y parpadear rápidamente para no soltar la lagrimilla.
En ese momento, esa noche, decidí que mis hijos no van a ser los que paguen mis agobios, que intentaré bajar el liston de perfecta madre, ama de casa y esposa que me tengo auto-impuesto y que una madre relajada, es una madre mas feliz y mas comprensiva.
Por desgracia mi economía no me permite ayuda externa y el trabajo de mi marido es mas absorvente que una Espontex, así que mi pack de medidas para el cambio solo tiene dos:
-Minimizar mis (y de paso intentar cambiar verbalmente MIS por LAS o por NUESTRAS) tareas domesticas y relativar lo que de verdad es necesario e importante para vivir en condiciones óptimas y lo que no.
-De no poder llevar lo anterior a cabo, me he dicho a mi misma, que así como he sido capaz de lograr hacer cosas que jamás creí posibles o por el contrario no volver a hacer X cosa a lo largo y ancho de mi vida, soy capaz de dejar de pagar con mis hijos mis enfados y agobios.
Mis hijos son niños, son buenos niños y se merecen menos gritos, menos palabras airadas, menos miradas asesinas y no una madre enfurruñada e iracunda de manera permanente, que es en lo que me estaba convirtiendo últimamente debido a la saturación de emociones y responsabilidades que he adquirido a lo largo de los últimos meses.
Esto no significa que no me vaya a quejar nunca de nada, ni que de repente vaya a parecer lobotomizada y que en mi casa vaya a reinar felizmente el caos (mas felizmente de lo que ya campa), si no que a partir de ese día , esta madre:
* respira mas veces, mas profunda,
*se seca las manos mientras friega para sentarse aunque solo sean 5 minutos en el suelo a hacer torres de Moltó,
*sonríe mas y regaña menos 
*relativiza los asuntos de estado a tratar a voces, por que beberse el colutorio merece un grito a modo de STOP, sacar por quincuagésima vez el tupper de los juguetes al salón y esparcirlos felizmente de nuevo NO, merece un : "no saques mas de lo que luego puedas guardar" o un "te ayudo a recoger?" o "por favor no saques mas los juguetes por que hoy ya estoy cansada" o...
Hay muchas otras cosas que puedo decir sin necesidad de gritar.
Desde que he cambiado esto solo un poquito, mis jaquecas han mejorado, mis hijos lloran menos, están menos irritados, mas cariñosos y todos nos reímos mas!!
Yo me siento mejor, por que hacer las cosas mal, saber que lo estas haciendo y no ser capaz de cambiarlo, genera mucha frustración y sentimiento de culpa que te va minando y avinagrando lentamente.
A relativizar!!!!!!!
Myriam Cabanillas

Volver a la Portada de Logo Paperblog