Revista En Femenino

Mama, quiero un bocadillo de nocilla!!!!!!!!!!!

Por Elisabet Cordeiro @eldesvandehugo
Si te hablo del bocadillo de nocilla,  de los  petisuis o del pan con chocolate, seguramente estaré hablando de tu infancia, de tu madre, de tu abuela y de sus "magníficos bocadillos de pueblo"..
Mama, quiero un bocadillo de nocilla!!!!!!!!!!!
aaaaaaahhhhiiiiii por favor!!!!!!......espera que estoy recomponiéndome y limpiándome la babilla de  pensar en aquella época del bocata de "patio de colegio", era como un "huevo kinder sorpresa" pero casero, salías tú con tu bocata, medio escondido, bien envuelto en su papel de plata,
(Por cierto pobre de ti que se te ocurra envolverle  el bocadillo, galleta, o demás alimento en papel de plata a tu hijo hoy en día, que porque????, porque es malo, maliiiisimo!!!!cualquier mama preocupada por la alimentación os pondrá el grito en el cielo y os mirará como la peor de las madres)
Bueno a lo que iba, ahí estaba, perfecto en tamaño, en cantidad, hermoso en si todo él, la sorpresa de la mañana, la alegría del recreo, el "momento perfecto".
Que toca hoy????De qué será ???
Por dios que nerviosismooooo!!!!!
Todo eso pensado entre saliva y saliva que iba segregando tu boca incluso antes de abrir el tan dañino "papel albal o de plata".
Finalmente mirabas a un lado, mirabas a otro, y lo hacías, sí, sí!!!!!!!!!!!!
Decidido, con tus manos rígidas del frío invernal pero deseosas de abrir ese papel y darle un bocado a ese suculento manjar, abrías finalmente el bocadillo para descubrir que era de ........
Nocilla!!!!, de chorizo!!!!!, de jamón!!!!, de mortadela con olivas!!!!!!!(que por cierto la siguen vendiendo, alguien sabe que fue de ella), y de salchichón e incluso de paté!!!!!!!!!!!!!!
Y después estaban nuestras mezclas absurdas, mantequilla con colacao o con azúcar, nocilla con chorizo, mil variantes y lo orgullosos que estábamos de nuestras mezclas.
Mama, quiero un bocadillo de nocilla!!!!!!!!!!!
Creo que es una de las cosas que más echo de menos de mi infancia, el momento del bocata.
Cuando por fin la sorpresa de tu "huevo kinder" casero quedaba desvelada y te decidías a darle el primer bocado, (sin duda el mejor de todo el bocata),  toma!!! se hacía presente  el colega, amigo, gorrón de turno con su tan temida pregunta y sus ojillos de "gatillo de shrek"
Me das un bocado???
Queeeee, queeeeee, pero que me estas contando!!!!! (eso lo pensabas en silencio , claro)
Y tú mirabas el bocata, mirabas al colega, amigo, gorrón y no te quedaba otra que bajar la mirada, encoger los hombros y asentir.
Con voz bajita, afirmabas como preguntando y pidiendo permiso.....
Puedo darle el primer bocado?????, perdona pero si el bocata es mío, porque se lo pregunto!!!!!
Y tu colega, muy amable él te decía, si, si claro, como dando permiso.
El dar un bocado de tu bocadillo a un "amigo" era un arte, tenías dos opciones
Primera y la que peores consecuencias tenía para ti,
Era darle el bocadillo libremente a su antojo y que él cogiera lo que creyera oportuno, lo que venía siendo la mitad del bocadillo, eso si no se colgaba algún amigo, gorrón, colega más y se lo iban pasando cual "canuto quinceañeros".
Pero después había otra técnica ancestral, que con el paso de los años se ha ido perfeccionando, era esa en la que no soltabas el bocadillo, no no, lo agarrabas bien fuerte, le hincabas las uñas de tus dedos congelados a modo de garras gatunas, gusto hasta donde tú, y solo tú habías elegido que mordiese, ese pedazo, ese trozo, esa cantidad exacta que sobresalía de la parte superior de tus dedos, esa era la porción que iba a arrancar de tu bocadillo y luego, y luegoooooo esté volvería a ti, intacto, con ese hilillo de salivilla ajena pero entero!!!!
Que porque recuerdo hoy esos bocatas, ese ritual mañanero de miles y miles de niños de una generación sin "chuminadas", sencillo, la recuerdo porque estoy harta de pensar cada mañana lo que tengo que ponerle a  mi hijo para el almuerzo, que sea sano, nutritivo, casero a ser posible, biológico, sin conservantes ni colorantes, ni nada tan de nada tiene que tener, que creo que ya no es ni comida.
Cambiamos la nocilla por la nutela, el colacao por nesquik(ochenta cucharadas para que se ponga negra la lecha!!!), el petisuis  por los danoninos y así un millón de cosas que siendo lo mismo que en los ochenta, suena más cursi y sabe peor.
Cuanto hemos cambiado.
Benditas madres!!!Benditas abuelas!!!!
Y hablando de abuelas, no me extraña que no vean unos seres raros si nos comparamos con ellos, si nos pasa a nosotros con nuestros hijos.
Desde aquí reivindico el bocata de "patio de colegio" y sí, también el  papel de plata!!!!!!!!!!!
Mama, quiero un bocadillo de nocilla!!!!!!!!!!!
Feliz lunes!!!!
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